La chaqueta rosada de las Pink Ladies, el grupo femenino protagonista de la película «Grease» o «Brillantina» (como se conoció en esta parte del mundo), que lucía la corista de Oliva Newton-John y varias personas en la Quinta, ya era parte de un viaje de 40 años atrás en el tiempo.
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La cantante acababa de recibir las Gaviotas de Plata y Oro, y para continuar la parte final de su show en Viña del Mar, invitaba a los hombre y mujeres a cantar en contra. «Summer nights» comenzó a sonar y el público fue parte de la dinámica. Pero la australiana quería que todo fuera igual a cuando interpretó a Sandy Olsson, por lo que decidió repetir el coro final cuando el «monstruo» no suspiró tal como está registrado en la canción original. Y entonces, vino la tan esperada reacción.
Pero todo eso ocurría tras varios minutos de un show que inició con algunos problemas de volumen. Durante el primer bloque, conformado por una trilogía de canciones extraídas de la banda sonora de la cinta «Xanadu», tanto el grupo como la cantante partieron con un sonido bajo. Aun así, «Magic», Xanadu» y «Suddenly» lograron despertar a un monstruo entrado en años que se entregó completamente a Newton-John, quien como respuesta desplegó todo su encanto al saludar a los presentes.
El viaje a lo largo de su extensa carrera musical tuvo un atajo con el medley conformado por «Make a move on me», «A little more love» y «Twist of fate», que fue acompañado con una proyección de imágenes historias en las pantallas del escenario.
«Have you never been mellow» antecedió al segmento country que encendió la Quinta Vergara con el cover de Dolly Parton «Jolene» y «Let me be there». Pero el clímax llegó con «Physical», tema que hizo que toda el público se pusiera de pie por primera vez. Al terminar, la ovación no tardó y se mantuvo por varios minutos… Y el desfile de hits todavía estaba por venir.
Tras anunciar que iba a realizar una donación a los afectados por los incendios, la australiana interpretó «Not gonna give in into», canción que escribió tras ser diagnosticada de cáncer. «Quiero compartirla con ustedes porque en la vida uno nunca puede rendirse», dijo.
Ya en la recta final, las inmortales «You’re the one i want» y «Hopelessly devote to you» conformaron el momento más coreado y ovacionado de una noche en la que Olivia Newton-John cumplió con su promesa, y realizó un viaje por su vida a través de su música; un momento de ensoñación que se despidió con una impecable interpretación de «Somewhere over the rainbow».
Su show alcanzó un peak de 34 puntos de rating y un promedio de 29,8 entre las 22:18 y las 23:45 horas. En el anecdotario quedará el haber sido trendic topic mundial, causando alarma entre sus seguidores internacionales que creyeron que se debía a su fallecimiento.