PUBLICIDAD
Kenneth Lonergan, director de la película «Manchester junto al mar», con la que Casey Affleck ganó el Oscar al Mejor Actor, salió en defensa de su intérprete en la polémica que le rodea sobre un supuesto caso de acoso sexual, informaron hoy medios estadounidenses.
Los hechos se remontan a finales de la década pasada e implica a Affleck y dos mujeres -una directora de fotografía y una productora- que trabajaban en el falso documental «I’m Still Here» (2010), dirigido por el actor.
Aunque el caso se cerró con un pacto entre la defensa y la acusación, la polémica revivió después de que Affleck ganara la estatuilla en los Oscar y ahora fue Lonergan quien dio un paso al frente para respaldar al intérprete.
Lo hizo en una carta publicada el sábado pasado en el periódico de la Universidad de Wesleyan, de la que el director fue alumno, y de la que se hicieron hoy eco los principales medios.
En ese escrito, Lonergan respondió a otro texto también publicado en ese periódico en el que se criticaba a la universidad y al propio realizador por su «complicidad» con Affleck y su comportamiento, definiendo ese artículo como un «enredo sin lógica, de desinformación y de completa difamación».
«Su uso aleatorio de los términos ‘mal comportamiento sexual’, ‘acoso sexual’, ‘abuso sexual’ y ‘violencia sexual’, como si fueran legal o físicamente intercambiables, sólo indica la insensata chapuza de su opinión», dijo el director.
PUBLICIDAD
Lonergan afirmó que el autor de ese escrito habló como si Affleck hubiera sido considerado culpable de un delito.
«Casey denunció esas acusaciones por ser absolutas invenciones», señaló el director, antes de subrayar que, tras el acuerdo alcanzado entre las partes, «nada quedó probado o desmentido» acerca de este caso. «Entonces, ¿cómo se atreve el señor Aberle (el autor del texto) a escribir como si supiera quién decía la verdad y quién no?», se preguntó Lonergan.
Dos días después de los Oscar, Affleck opinó en una entrevista concedida al periódico The Boston Globe que cualquier tipo de maltrato por cualquier razón es «inaceptable y aberrante», destacando que «todo el mundo se merece ser tratado con respeto en el lugar de trabajo y en cualquier otro lugar».