Fue una jornada muy intensa, que desde su apertura de puertas tuvo una gran concurrencia. El primer día de Lollapalooza Chile dejó en claro que su arriesgada apuesta por un cartel muy diverso, dio frutos. 80 mil personas llegaron hasta el Parque O’Higgins para disfrutar de una oferta variada de música en la que destacaban Metallica, Rancid, Cage the Elephant y Diplo.

Fue una jornada agradable, ya que a diferencia de otros años, el sol no fue un protagonista en exceso en las cerca de doce horas de música. Hubo muchos puntos altos, pero siempre es bueno visibilizar los momentos bajos, los menos, de una gran jornada.

Lo peor

Sí. Metallica era el gran número a ver en el escenario VTR, el que desde temprano vio como algunos fanáticos acérrimos del grupo se anclaban a la reja. Un hecho que no debería llamar la atención, pero que durante la presentación de Lucybell destacó de mala manera. Durante el show de la banda liderada por Claudio Valenzuela, estas personas tuvieron muy poco respeto por los nacionales, gritando su poco gusto por ellos.

Otra de las cosas que estuvieron al debe, producto de la inédita concurrencia que tuvo esta séptima versión de Lollaplooza en Chile, fue lo saturado de los servicios. Pese a que la productora dispuso una mayor cantidad de baños y puestos de comida que en años anteriores, las filas eran muy largas para poder acceder a alguno de ellos. Este gran número de personas que desde temprano llegaron al Parque O’Higgins, también colapsó algunos escenarios, situación que había ocurrido antes, pero no de manera tan reiterativa como este sábado. La sorpresa nacional de la jornada (Me llamo) Sebastián, repletó La Cúpula a las 13 horas, llegando a tener que cerrar su puertas por algunos instantes. Situación que se repitió en el Perry Stage (Movistar Arena), que también tuvo que restringir su acceso en varios shows.

Durante la presentación de Metallica, cuando James Hetfield comenzó a tocar «Halo in fire», su guitarra sufrió un problema de sonido llevando a que por varios segundos no sonara. La única falla de un show potente e impecable.

Lo mejor

Metallica, The XX, The 1975, Rancid y Cage the Elephant fueron los mejores shows del sábado. Los tres primeros, muy distintos entre si, destacaron por su impecable sonido. Metallica sacudió con su potencia y un excelente setlist, en el que destacó la interpretación de «Motorbreath», en el Parque O’Higgins. El trío británico demostró que era un cabeza de cartel digno y que en vivo su sonido crece. Mientras que la banda de Matt Healy también destacó por su ejecución en vivo. Por otro lado, Los dos últimos grupos presentaron la energía y ´personalidad de ambas bandas para montar un show muy de la mano con lo que uno espera ver en un festival.

La alta concurrencia que se hizo presente desde temprano en el festival, característica de este nuevo público más joven que a cautivado la versión chilena de Lollapalooza, hizo que muchos shows nacionales tuvieran un importante público viéndolos desde las primeras horas del evento. Villa Cariño, La Pozze Latina, Weichafe congregaron un buen número de personas en sus shows, que a diferencia de años anteriores, era tan solo un puñado de entusiastas que hacían valer su entrada desde el inicio del festival.

En ese sentido, la gran sorpresa nacional de la jornada estuvo a cargo de (Me llamo) Sebastián, uno de los recomendados de Publimetro, quien llenó La Cúpula, haciendo que por momentos no se permitiera el acceso al recinto.