Nirvana es sinónimo de grunge y la imagen de Kurt Cobain se transformó en un ícono musical como cultural. Las camisas a cuadros que usó el vocalista persisten hasta hoy como una tendencia de moda. El bebé que aparece en la portada de “Nevermind” dejó de ser una carátula más y se transformó en una foto universal que se lleva en poleras, parches y pósters. Pero la muerte del músico también es un hecho que repercutió en el mundo y la cultura pop.
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A 23 años de la muerte del vocalista de Nirvana –falleció un 5 de abril de 1994–, todavía hay versiones cruzadas sobre el fallecimiento de Kurt Cobain. Según la autopsia, que reveló la policía de ese entonces, el cantante se suicidó mediante un disparo en la cabeza. Pero por otro lado también surgió la teoría de que la esposa del artista, Courtney Love, estuvo relacionada con el fallecimiento. Hecho que nunca fue confirmado del todo.
Lo cierto es que el temprano fallecimiento del artista lo convirtió en un fenómeno de masas. El intérprete de “Smell like teen spirit” pasó a formar parte del famoso Club de los 27”–músicos que murieron a esa edad– como Jimmy Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison y Amy Winehouse. Pero fue el fotógrafo David LaChapelle quien se atrevió a retratar la muerte del artista y lo hizo con una adaptación de la “Piedad del Vaticano” de Miguel Ángel.
El estadounidense fotografió a un modelo –parecido a Cobain– quien yace en los brazos de Courtney Love junto a una bebé que retrata a la pequeña Frances Bean –la hija de ambos–. La obra formó parte de la colección Heaven to Hell y cabe recordar que LaChapelle se ha destacado por haber retratado artistas del mundo pop como Britney Spears, Madonna y Michael Jackson.