Este año se cumple el aniversario número 70 de la primera edición de “Papelucho”. Por ello, en Wild Bunch Studio se propusieron celebrar esta fecha con una serie animada para la televisión centrada en el personaje de Marcela Paz. La apuesta consiguió, en 2016, un fondo del CNTV para realizar trece capítulos, pero en la productora quieren realizar el doble de episodios para llevar la historia al extranjero. Una compleja tarea porque el regalo simbólico para el personaje literario cuesta $500 millones.
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“El proceso es lento, animar es lento, tienes que pensar en hacer 12 dibujos por cada segundo. Una producción normal dura entre 14 y 16 meses y los equipo necesitan hartos recursos. Son sueldos de personas que trabajan para ti”, cuenta Simón Barrionuevo, productor ejecutivo y director de animación a cargo del proyecto “Papelucho”.
“Lo que se suele hacer es que se adjudica un CNTV, en paralelo se busca un socio coproductor y así el proyecto es de doble nacionalidad y tiene dos mercados. la producción se fortalece porque tienen dinero de todas partes para hacer algo mejor”, explica
Pero Barrionuevo detalla que, en el caso de “Papelucho”, no se asociaron con nadie, ya que prefirieron otro modelo de financiamiento: la Ley de Donaciones de Donaciones Culturales, que tuvo una modificación en 2014. Esta consiste en que la persona jurídica, cuando realiza una donación, se le hace un descuento directo de los impuestos que paga. Lo único que se necesita es el lobby con las posibles empresas que hagan RSE y, si les gusta el proyecto, pueden recibir dinero. Estamos iniciando una pseudo campaña porque no hay serie animada que haya hecho esto”, afirma el productor ejecutivo.
Cristián Freire, presidente de Siggraph Chile –asociación que difunde conocimientos gráficos en computador y animaciones– también destaca esta vía de financiamiento. “Cuando las animaciones son buenas llegan a la gente y es una muy buena manera para que las empresas colaboren. Por ahí se están encontrando nuevos caminos”, afirma.
Pero también reconoce que el principal soporte para sacar adelante una producción animada vien del estado. “Desde Disney hasta todas las industrias de animación mundial han sido apoyadas por los estados porque es muy caro y se requieren muchos costos”, explica. Andrea Cordones fue la directora de “Renata y las matemáticas”, serie animada que se emitió en 2012 por Mega y también contó con un CNTV: “La animación es un proceso lento y no dura lo mismo que un rodaje. Animamos durante ocho meses lo que puedes filmar en dos. El fondo fue clave”, afirma.
Tras una temporada las aventuras de Renata salieron de pantalla y emigraron a Youtube. Un formato que su directora agradece. “Realizamos una serie de videoclips tipo spin-off. Sacamos una versión con karaoke y, para no depender de estos grandes fondos, buscamos otras ventanas de exhibición como Youtube con capítulos más cortos, más baratos y más libertad para buscar financiamiento”, cuenta. De paso, critica el hecho de que los canales no apuesten por este tipo de producciones. La razón, según ella es que no hay una vocación por publicar contenido infantil. “Hubo un momento donde si tenían parrilla infantil. Hoy en día eso no pasa. Es difícil si no hay un espacio. En otros países hay canales especializados. Es importante que los niños reciban estos contenidos”, expone.