Marzo de 2015. TVN estrena la serie “Zamudio: Perdidos en la noche”, basado en el libro del periodista Rodrigo Fluxá “Solos en la noche: Zamudio y sus asesinos” (2014). Un año después, Alex Anwandter hace su debut como director con “Nunca vas a estar solo”. Dos trabajos audiovisuales inspirados en el terrible caso de Daniel Zamudio, joven que fue violentamente golpeado el 2 de marzo de 2012, que 25 días después falleció producto de las lesiones de este ataque.
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Un hecho que quedó marcado en la sociedad chilena y que tendrá una nueva mirada a cargo del director Fernando Guzzoni (“Carne de perro”) y su cinta “Jesús”, que tras un exitoso recorrido por festivales como Toronto, San Sebastián y La Habana se estrena hoy en Chile. “Curiosamente, yo fui la primera persona que estaba trabajando ese caso antes de la serie y la película de Alex Anwandter”, cuenta el realizador nacional, pero recién pudo mostrar su visión este 2017, ya que la cinta es una co producción con con cinco países. Por ello, Guzzoni confiesa que no tiene problema algún de que su cinta sea el tercer proyecto audiovisual que se ancla a este caso. “Nunca quiso ser la historia fiel de ello. Esos proyectos son bien diferentes al mío. Hay una referencia al crimen y el único denominador común es esto jóvenes que involucran en el hecho”, explica.
Es que lo de Guzzoni es una inspiración libre del caso, pero desde el punto de vista de unos de los involucrados en la fatal agresión. “Jesús” narra la historia de un adolescente de 18 años que vive solo con su padre en un departamento, baila en una banda de K-pop, se droga con sus amigos y tiene sexo en lugares públicos buscando adrenalina. Hasta que una noche, se ve envuelto en un terrible e irreversible infortunio, que impactará en cómo ambos se relacionan. “Construí a Jesús pensando en un relato sobre la relación fracturada entre un padre y su hijo”, cuenta el director.
Nicolás Durán (“Bala loca”), uno de los nuevos rostros más interesantes de actuación local, es el encargado de dar vida a “Jesús”, quien fue recomendado por Manuela Martellí y se quedó con el papel para el que audicionaron cerca de 400 actores. “No tiene aproximación académica a la actuación, pero es un chico muy jugado y valiente. Es un actor innato. Es contemporáneo a los personajes y es un niño que tiene calle”, dice Guzzoni, sobre su participación caracterizando a un protagonista que dista de ser un héroe y que se han convertido en un sello del director. “Son personajes que desde la cultura del entretenimiento son invisibilizados o nadie los quiere ver. O son incomodos dentro de la cultura del winner y están en la antípoda”, explica. “Yo intento emplazar a la audiencia a hacer su propio juicio ético y moral de los personajes. No dar respuestas tan fácil”, sentencia.
