La rueda de acusaciones de acoso sexual en el seno de Hollywood no para y el estadounidense Kevin Spacey es su protagonista más reciente.
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En apenas 72 horas, Spacey ha pasado de ser uno de los actores más respetados del mundo del cine, el teatro y la televisión a tener que tomarse un descanso para recibir ayuda.
«Kevin Spacey se va a tomar el tiempo necesario para hacer análisis y buscar tratamiento», dijo su representante en un escueto comunicado enviado a la revista Variety este miércoles.
BBC Mundo repasa la figura del aclamado actor, ahora caído en desgracia.
Rápida sucesión de eventos
El pasado domingo, Buzzfeed se hizo eco de las palabras del actor Anthony Rapp, que asegura que Spacey se propasó sexualmente con él en 1986, cuando Rapp tenía 14 años y el protagonista de la serieHouse of Cards,26.
Desde aquella revelación se aceleraron los hechos: primero llegó la disculpa de Spacey hacia Rapp en un comunicado en el que además anunció que es homosexual.
Después recibió fuertes críticas por haber unido ambas cosas.
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Posteriormente aparecieron otros casos de hombres que dicen haber sido acosados sexualmente por él.
Y este miércoles anunció su retirada temporal de los escenarios.
En este contexto, Netflix suspendió el rodaje de la sexta temporada de House of Cards, que será la última, sin concretar qué va a pasar.
Comienzos en el teatro
«Según mi madre, yo quería ser actor desde los 7 años», decía Spacey este año en Los Ángeles. «Ella no lo tuvo fácil. Era la que se ganaba los garbanzos», agregó.
Del padre de Spacey no se sabe mucho. Se ha reportado que era miembro del Partido Nazi Estadounidense y abusaba de la familia. Spacey no habla de él ni usa su apellido.
Para el actor nacido en Nueva Jersey, su «padre adoptivo» fue Jack Lemmon, quien lo introdujo en el mundo de la actuación.
Spacey estudió en la prestigiosa escuela Julliard de Nueva York y tardó en alcanzar la fama.
En 1986, cuando supuestamente ocurrió el incidente con Rapp, Spacey actuaba en Broadway en la obra de teatro «El largo viaje del día hacia la noche».
El reconocimiento en el cine le llegó en 1995 de la mano de Bryan Singer, director de «Usual Suspects» («Los sospechosos de siempre»), película por la que ganó un Oscar a mejor actor de reparto.
El prestigio que ya tenía en las tablas de Broadway se extendió así a Hollywood y Spacey adquirió fama de actor serio, versátil y confiable.
Laureado intérprete
Todo proyecto en el que se aventuraba parecía conducir al éxito. En el año 2000, ganó el Oscar a mejor actor protagonista por su papel en «American Beauty» («Belleza americana»).
Además de los dos Oscar, Spacey tiene en sus vitrinas un premio Tony de teatro y un Globo de Oro.
Se le conoce como el eterno candidato a los Emmy por las 11 nominaciones que ha tenido, varias de ellas por su personaje de Frank Underwood en House of Cards.
A su faceta de actor se le suma su trabajo como productor ejecutivo, sin olvidar que fue director artístico del prestigioso teatro de Londres Old Vic por más de una década.
Celoso de su intimidad
Quienes mejor lo conocen, cuentan que Spacey es un buen conversador y un genial imitador de actores clásicos como Jack Lemmon o James Stewart. Sin embargo, se cierra cuando se habla de su vida privada, que desde que saltó a la fama en los años 90 ha sido objeto de constantes rumores e insinuaciones.
En 1997, fue imagen de portada de la revista Esquire con el titular «Kevin Spacey tiene un secreto». Dos años después quiso despejar los rumores y le comentó a la revista Playboy que aquello en realidad le ayudó a conquistar mujeres que querían «transformarlo».
En el año 2000, con su flamante Oscar por American Beauty bajo el brazo, le dijo a Lesley Stahl, del programa «60 minutos», que tenía una relación amorosa con una mujer llamada Dianne Dreyer.
Aun así, las especulaciones no cesaron y el hecho de no ser más abierto sobre el tema le granjeó críticas de la comunidad homosexual, que lo tachaba de cobarde.
Al igual que ocurriera con el productor Harvey Weinstein y las numerosas acusaciones por acoso sexual a actrices, modelos y empleadas, parece que la actitud de Spacey hacia hombres jóvenes era un secreto a voces en la industria.
Vanguardista de las nuevas plataformas
La rápida decisión de Netflix de suspender el rodaje de House of Cards, serie que Spacey también produce, deja en el aire no solo este trabajo sino otras colaboraciones futuras.
En diciembre se estrenará la película dirigida por Ridley Scott «All the Money in the World», en la que Spacey interpreta al millonario industrial J. Paul Getty.
Queda por ver si la productora TriStar Pictures sigue adelante con los planes de promoción de dicha película en la carrera por los Oscar 2018.
Pero lo más incierto es cómo queda su relación con Netflix, empresa con la que tiene otro proyecto en marcha: la película biográfica «Gore» en la que Spacey interpreta al escritor Gore Vidal.
El actor fue una de las primeras estrellas de Hollywood en descubrir el potencial de esta plataforma y, después de firmar el contrato para interpretar al ambicioso Underwood, se convirtió en su cara más conocida y principal promotor.
Esto hizo que otras estrellas se animaran a involucrarse en proyectos de difusión de contenidos en internet.
La posición de Netflix no es fácil. El fin de House of Cards será algo que ya se adivinaba desde que su creador, Beau Willemont, dejó la serie. Pero la compañía está lidiando ya con el problema que le supone su relación con Harvey Weinstein y no se puede permitir otro gran escándalo.
¿Acudirá alguien al rescate de la imagen de Spacey o dejarán que siga en caída libre?