Para Catarina Spinetta (39) la vida es una improvisación. Todo en su vida se ha dado más o menos de esa manera, una suerte de accidente mezclado con toques de creatividad, seguramente heredada de sus padres, Patricia Salazar, actriz, fotógrafa, y Luis Alberto Spinetta, «el Flaco», uno de los músicos más importantes de la historia trasandina y que dio forma al rock argentino y la música latino.
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Pero Catarina no es guitarrista, ni cantante, ni rockera. Lo suyo está en las tornamesas, la música urbana, el hip-hop, las raíces negras, lo bailable. Descubrió esa veta hace 12 años cuando trabajaba en la radio poniendo canciones que a ella le gustaban y, de la nada, terminó animando fiestas sin antes saber cómo se utilizaban «esos aparatitos».
«Nunca me imaginé que lo que comenzó como un juego me iba a llevar a festivales tan lindos y a poder compartir la música con la gente de otra manera», cuenta.
Aunque ha participado en películas como «Anagramas» (2014) y «Primavera» (2016), la faceta a la que más tiempo dedica en la actualidad es a la de DJ. Catarina se ha presentado en varios festivales entre los que destacan el Personal Fest, Pepsi Music, clubes de Punta del Este, South American Music Conference, y hasta el Lollapalooza. En muchas de estas ocasiones colaboró con reconocidas marcas internacionales. Esta vez no es distinto, Spinetta vino a ser parte del primer «brunch» electrónico en Chile organizado por Cerveza Tuborg donde compartió escenario con la DJ Fca Benavides.
¿Y qué es un «brunch»? Se trata de una de las últimas tendencias en Europa, con gran éxito en ciudades como Barcelona y Lisboa; una fiesta a plena luz del sol. «Me gusta llevar la música a distintos ámbitos, no tiene por qué sólo ser de noche. Es lo que se viene como tendencia», comenta Catarina quien está recién explorando este estilo.
Hasta el momento, la DJ no ha lanzado discos porque dice que aún no se ha propuesto componer nada y, aunque no tiene planes a corto plazo de hacerlo, no descarta la posibilidad. » Soy una persona a la que le gusta tomar desafíos».
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Como comenta, algo que ha marcado la pauta de su vida es la improvisación. Usualmente, Catarina pone pistas de música sobre las cuales «pincha» los discos y comienza a mezclar. Tal como cuenta ella, su música es básicamente un reflejo de su esencia como persona, así como de su legado.
Imposibilitada de desmarcarse de su apellido, siempre Caterina es referida como «la hija del Flaco Spinetta». Pese a esto, ella se muestra orgullosa y, lejos de sentirse opacada, «es un legado que llevo con orgullo», comenta. «Más que una carga, es más bien una responsabilidad, la de estar a la altura de lo que él hizo», sostiene.
Por Fabián Escudero