La crisis en la industria televisiva ha golpeado duro a los canales y tras la votación de capitalización de Televisión Nacional de Chile hace algunas semanas, la señal pública ha estado bajo la mirada crítica sobre su forma de operar. A pesar de que en los 12 meses de gestión de Jaime de Aguirre como director ejecutivo se ha logrado disminuir las pérdidas y de que ha sido uno de los protagonistas de este año al ser propositivos en cuanto a la generación de contenidos, en especial con la reactivación de su Área Dramática, el rating le sigue siendo esquivo y los números siguen en rojo. Pero hay una división dentro de TVN que tiene sus cifras en azul. Una que sorprende por el contenido por el que apuesta: la música.
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TVN Records cumplió un año en noviembre y saca cuentas alegres. “Esto nace para insertarle contenidos a los programas del canal”, cuenta Sergio Ruiz de Gamboa, gestor musical del canal. “El foco original fue generar una comunidad de autores en torno al proyecto. Empezamos con un gran scouting de nuevos artistas, básicamente porque necesitábamos que tuvieran la disponibilidad de componer y aportar material que ya estuviera hecho para colaborar con nuestras producciones y que estuviera en la misma línea con las narrativas de nuestras historias. Algo que no íbamos a lograr con artistas destacados”, agrega.
La señal pública armó un modelo de negocio en el que genera un camino alternativo al pago de licencias a la SCD, el que implica un desembolso adicional por uso de música en producciones. “Trabajamos con cantautores o artistas que están apoyados por autores y lo que hacemos es hacer contratos editoriales. Lo que tomamos es una participación de la obra. Y cuando nosotros producimos, los fonógrafos son nuestros. Un sello puede llevárselos, pero nosotros seguimos teniendo participación en las canciones que nosotros firmamos en el contrato”, explica Ruiz de Gamboa.
De esta manera, TVN ha generado tanto música incidental para sus programas como para musicalizar sus teleseries. “Partimos con ‘El camionero’, producción con 65% de música compuesta por nuestros artistas”, cuenta.
Luego vino “La colombiana”, que contó con 85% de música a cargo de TVN Records. Para “Wena Profe” no sólo se construyeron las canciones a la medida de los requerimientos de la teleserie, sino que se logró que los actores fueran los que cantaran los temas.
“Todo comienza con la idea original o estímulo, como se llama, donde se va narrando la historia con voz en off y fotos de los personajes. Eso es lo primero. Luego viene la biblia y con ella empezamos a trabajar y definimos el tono. De ahí vas a los personajes. Empezamos a ver cómo son las vinculaciones emocionales entre ellos y sobre esa base vamos teniendo la claridad de las canciones que necesitamos”, explica sobre este proceso.
TVN Records trabaja por canción y pone sus esfuerzos en el mercado digital y en la promoción. También apoya a sus músicos que se autogestionan con el tema principal de su disco y generan los contactos con sus productores y los estudios que el canal utiliza y así bajar costos. Un disco completo aún no está en sus planes. “Pretendemos, en un futuro cercano y cuando tengamos más arriba a nuestros artistas, financiar la producción. No queremos morir en el intento”, expone el gestor musical.
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Con esta fórmula, artistas como Consuelo Schuster, La otra Fe, Dos segundos y Dani Ilabel han logrado destacar en las plataformas digitales con sus canciones (ver recuadro). “Ha sido súper complejo. La industria está en crisis, pero para nosotros ha sido muy bueno. El tratamiento que hemos estado haciendo con los artistas es digital. Sabemos que para allá va la cosa. Hemos generado muchas reproducciones. El problema en Chile es que las reproducciones en Spotify valen muy poco”, cuenta. Y agrega: “En términos de YouTube y Spotify, si nuestras cuentas fueran de paga, estaríamos hablando de otros números”.
Pero el modelo permite otras ganancias. Al ser sello y editorial, cada vez que el material de TVN Records suena en alguna pantalla o radio, eso genera ejecución pública, lo que estaría recaudando una cantidad importante de pesos este 2017, lo que motiva a doblar la apuesta para el próximo año.
Estas recaudaciones, junto con el hecho de no tener que pagar licencias, las que por un tema central tiene un costo de entre 16 o 20 mil dólares por canción, sustentan el éxito del proyecto.
“Queremos ser generadores de contenidos editorial”, afirma Ruiz de Gamboa. Por ello, aparte de poder convertirse en los responsables del booking de sus artistas, la idea es confeccionar y empezar a ofrecer un catálogo a canales extranjeros. “Estamos en contacto con gente en Inglaterra que tiene plataformas de sincronización que se especializa en tomar canciones y ofrecerlas.
Ahí nos queremos meter”, adelanta Ruiz de Gamboa. Además, se ha hecho un trabajo importante en la plataforma digital del canal realizando contenidos musicales como “Acordes de la patria”, programa web conducido por el músico Jiminelson, y futuros proyectos audiovisuales, bajo la idea de ser la ventana definitiva de la música chilena.