Hoy llega el Espíritu de la Navidad a todos los confines de la tierra y en la tradicional Plaza Los Dominicos, el director de orquesta Eduardo Browne cerrará a partir de las 20:30 una serie de seis conciertos navideños, que en plazas y parque llevó adelante la Municipalidad de Las Condes, bajo la gestión del alcalde Joaquín Lavin.
La camerata y coro de la Universidad de Los Andes, la inédita participación de 16 vecinos de la comuna, todos acompañados por un séquito de bailarines y juglares aseguran un momento de esparcimiento y disfrute para la familia, justo al lado de la estación de Metro.
Hablar de Eduardo Browne es hablar de excelencia y rigor académico, y de alguien que también se permite el lujo de la espontaneidad, al dirigir las últimas piezas de su concierto, con una nariz roja al estilo de Rodolfo el Reno.
En el preludio del penúltimo concierto, Publimetro conversó con Browne. Le preguntamos si la música clásica debía insistir en tomar los espacios cotidianos de la gente o seguir encerrada en los teatros y cotos exclusivos.
«Usted utilizó la palabra espacios y creo que ese es el concepto relevante. No se trata de tocar aquello que la gente vaya a entender con facilidad, que venir a ver a la gente donde ellos están. Cuando uno toca en un lugar en el que el vecino llega caminando, donde no hay que estacionarse, entonces tenemos más chance de atraerlo. Estamos en una especie de pelea mortal con cierto nivel de desconexión con el concierto en vivo, cuando es de música clásica, no cuando es de rock», comentó el director que ha paseado su talento por el mundo entero.
Asegura Browne que cuando viene el Lollapalozza, las audiencias se movilizan por la fuerza del rock. «Pero en el ambiente de la música clásica, nosotros los músicos algo hemos hecho mal, porque hemos echo que la gente se desapegue un poco: nosotros competimos directamente con Nexflix y con el asado. Esas son las dos actividades que mantienen a los chilenos en su casa».
Insistió el músico que hay que seguir explotando la presencia de la música de calidad en los espacios públicos, con iniciativas como las que lidera la Municipalidad de Las Condes desde 2016: «Ir a tocar donde la gente vive, en la placita chiquitita. Tuvimos una experiencia interesante en el barrio Santa Zita, sitio en el que la gente se sintió profundamente tocada por el hecho de que la municipalidad decidiera darle música linda a su entorno. Nosotros los músicos tenemos la intención de acercarnos donde está la gente, de música de calidad o un repertorio más audible. Lo tocamos con gran maestría».
Un aumento del 30% de asistencia del público corona los esfuerzos del equipo del director Browne, quien estuvo acompañado por Felipe Castro (dirección artística), Germán Droguetti (arte y vestuario), Mauricio Oviedo (director de los coros), Irene Bustamante (compañía de ballet) y la exquisita voz de la soprano Yaritza Veliz, quien ha conmovido a todos por la ternura de sus interpretaciones.
«Creo que el nivel de creatividad ha sido notable. La incorporación de escenas del ballet Cascanueces, los villancicos, escuchar canciones de solista es lo que ha gente espera, pero además El Carnaval de Los Animales, como un tributo al niño Dios recién nacido, es una muestra de gran creatividad. Yo voy por eso, por lo novedoso, lo fresco y lo espontáneo de hacer este repertorio con los juglares, que han ayudado a pensar que estamos en una plaza medieval, en un ambiente distinto. Esa es la magia de la navidad», aseguró el maestro.
Inevitable hablar de los cambios, que tras las elecciones se dan en Chile y su impacto en el ámbito de la cultura. «A mi me gustó el gesto que tuvo el presidente Piñera, con gente que tenía alguna relevancia en el ámbito de la cultura, a una reunión con él la última semana de su campaña, para decirnos que a él le importaba esto. Yo creo que la única forma que podamos liderar a este país, es que exista una política de estado frente a la cultura, que realmente exista una coordinación de todos los involucrados en este campo, para llevarle un mensaje claro a la gente».
Browne le manifestó, derechamente, a Piñera que estaba bien el crecimiento económico, pero con mucha música. «No sacamos nada con crecer solamente en lo económico, hay que alimentar el alma del chileno. Yo siento que el alma nacional está un poco al debe. Y eso es lo que nos tiene tristes, con problemas de corrupción, con gente joven que prefiere el camino de la delincuencia, porque no tenemos el alma sana. Por eso creo que el arte es un camino maravilloso, para lograr esa limpieza de alma, esa felicidad en el vivir».