Muertos pero jamás olvidados. Si algo nos dejó el 2017 es una larga lista de nombres de estrellas que se apagaron y nos dejaron con una sensación se vacío. La ausencia de un ídolo siempre es dolorosa, por lejos que esté físicamente de nosotros.
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Y si algo hay que reconocerle a la muerte es que no mira edad, sexo, ni género musical. Eso quedó claro tras la muerte de Chuck Berry y Lil Peep. El primero, inventor del rock, partió a los 90 años dejando atrás un legado musical que se remite hasta el día de hoy. El segundo, una joven promesa del hip-hop, muerto a los 21 años por una sobredosis dejando de lado una carrera cuesta arriba y un futuro brillante.
Pero Berry no fue el mayor de los fallecidos. Superando por un año de edad al famoso guitarrista, Jerry Lewis, destacado comediante estadounidense, no logró pasar agosto y murió luego de una enfermedad cardiaca que lo aquejaba hace algún tiempo.
Mary Tyler Moore, icono femenino de la televisión estadounidense con su programa «The Mary Tyler Moore Show», falleció a los 80 años. Más joven, pero no menos famoso, el rockero Tom Petty, autor de éxitos como «American Girl» y «Free Fallin», también se despidió de este mundo a los 66 años.
La música pareciera ser la más afectada por las pérdidas del 2017. Uno de los padrinos del grunge dejó a su familia y a sus fans con el corazón más desgarrado que sus jeans. Chris Cornell, cantante de Soundgarden y Audioslave, se suicidó a los 52 años en Detroit, EEUU, en plena gira. A las pocas semanas después, su amigo íntimo, el líder de Linkin Park, Chester Bennington, también se quitó la vida a los 41 años en Los Ángeles.
Los directores George A. Romero («Night of the Living Dead», 1968) y Tobe Hooper («The Texas Chain Saw Massacre», 1974; y «Poltergeist», 1982) también nos dejaron este año, al igual que Martin Landau, ganador del Óscar por «Ed Wood» (1994) y Jonathan Demme, director de «El silencio de los inocentes» (1991).
Y tú, ¿recuerdas alguna otra celebridad que haya fallecido este año?