Suma y sigue: si Harvey Weinstein se llevó toda la atención de las acusaciones por su comportamiento indebido el año pasado, Woody Allen es al parecer el nuevo blanco de las denuncias para este recién iniciado 2018.
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Pero lo de Allen, más que un secreto a voces, era un cartel brillante pegado en su frente por su propia hija, Dylan Farrow, quien en 2014 aseguró que el aclamado director había abusado sexualmente de ella cuando tenía apenas siete años.
Pese a que los dichos de Farrow fueron desacreditados y, legalmente, no se ha logrado probar nada, el tema emerge de vez en cuando y ahora, debido a los destapes generales en Hollywood, con mayor fuerza y frecuencia.
La actriz y co-protagonista de «Medianoche en París», uno de los éxitos de Allen, se sumó recientemente al apoyo entregado por diversas actrices a Farrow asegurando que no volvería a trabajar con el cineasta.
“No sabía mucho sobre su vida personal. Sabía que estaba casado con una de sus hijas y honestamente, creía que era raro, peor no puedo juzgar algo que no conozco. Pero tengo que decir que si él me pidiera trabajar con él, me preguntaría más y averiguaría… Soy ignorante sobre su historia y lo que veo es que me duele que haya gente sufriendo”, explicó al ser consultada sobre su relación con Allen.
Luego, al referirse a su experiencia personal, Cotillard aseguró que el artista había sido «raro» con ella, sin dar más especificaciones.
Marion Cotillard se suma a otras celebridades como Greta Gerwig, Rebecca Hall y Mia Servigno en su repudio colectivo al escritor y músico neoyorkino. Además, recientemente, el actor Colin Firth («Kingsman») hizo causa común con sus colegas luego de haber trabajado con Allen en 2014 para la película «Magic in the Moonlight».