Denise Rosenthal se subió al escenario de la Fiesta de la independencia de Talca para cerrar la segunda noche festivalera, aquella que comenzó con el reggaetón de Wisin y continuó con la comedia de Fusión humor. Un espectáculo donde la cantante nacional se lució, y no sólo con su voz y desplante, sino que también porque mostró un espectáculo más completo, con banda y cuerpo de baile incluido. Sin embargo, esta vez destacaremos una parte esencial dentro de todo show y que no siempre es alabado: el vestuario.
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La intérprete de “Isidora” vestía un impecable short y peto rosa, con algunos detalles, y peinada con trenzas que le daban un estilo mucho más soul-pop. Un look elegido entre ella y la diseñadora Valeria Zicavo, la mujer que también se encargó de confeccionar aquellas prendas blancas, con algo de brillo, que vestían las bailarinas de Denise y que combinaban perfecto con el atuendo de la artista. “La idea nació en una sesión de fotos de La Moral Distraída, donde Denise pasó a saludar y vio que estaba bueno el vestuario y me pidió que vistiera a su banda y luego a sus bailarinas”, dice Valeria en conversación con Publimetro.
“Nos llevamos muy bien, y le tengo mucho cariño y confianza, me gusta trabajar así, hay mucho amor detrás de cada paso”, señala Denise Rosenthal al respecto, agregando que “me gusta que podamos trabajar juntas y dialogar, creo que lo más importante es impregnar una identidad a través de una propuesta visual”.
Y es que la diseñadora desde hace un tiempo ya que trabajaba con Denise y sus hermanos Camilo y Abel Zicavo, líderes de La Moral Distraída, a quienes les ayuda con el styling del grupo. Es decir, les proporciona las herramientas y consejos para elegir el vestuario que se pondrán en los videos y presentaciones en vivo, dándoles un estilo diferenciador, único y atractivo para el público.
Empezó primero haciendo la dirección de arte en “Hacerlo de día”, les eligió el look para la reversión del tema “La funa” junto a Joe Vasconcellos, pero sin duda lo más llamativo, fue el extravagante atuendo que la banda mostró en la pasada edición del Festival del Huaso de Olmué.
“Esa es la idea, ser un poco vanguardista con la ropa y que sea más llamativo, es un show, y hay que aprovecharlo”, Zicavo, agregando que entre sus hermanos, “generalmente, Camilo se sabe vestir súper bien, buscar sus cosas, pero ahí lo ordeno un poquito. A Abel hay que moldearlo más a veces”.
La moda me incomoda
La chica, de 25 años de edad, desde muy pequeña que vestía a sus muñecas. Luego, cuando estudiaba ballet, le pedía a la modista que les hacia los trajes, los retazos de los diseños para así hacerle a las muñecas los mismos diseños que ella ocupaba. Sin embargo, su primera máquina de coser la tuvo recién a los 16 años. “Hacia unos vestidos súper mulas, unas pinzas horribles”, dice, recordando aquellos años. De hecho, comenta a modo de anécdota que incluso se hizo el vestido de graduación de cuarto medio que “no lo usé porque me quedó horrible, no tenia ningún conocimiento de nada”.
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Las cosas cambiaron y al salir del colegio en Chillán, se fue a estudiar diseño textil y de modas a la Universidad de la República de Montevideo, Uruguay, donde estuvo dos años y volvió a Santiago para estudiar en la UNIACC, de donde salió en abril de 2017. Es así como la diseñadora desde julio del año pasado que emprende en el mundo de la moda. Tiene una tienda en Instagram (@valeriazicavo) en donde vende lencería con un estilo muy urbano, con harto brillo y que promociona por redes sociales con imágenes de “gente que tenga un cuerpo más normal, muchachas lindas, con fuerza, que se ven más rudas en las fotos”. Diseña todo en una pieza de su departamento y decidió jugársela por este emprendimiento debido a que “siempre tuve una discordia conmigo misma por querer estudiar diseño de vestuario”.
“Sentía que era como muy banal y que no estaba aportando nada a la sociedad queriendo hacer ropa, y como me pesaba, decidí darle la vuelta y mostrar una nueva imagen a la que te muestra la industria de la moda”, señala Valeria Zicavo, agregando que “lo que quiero demostrar, o ayudar a la gente y a mí misma, de paso, es entender que una es linda como es y no necesariamente debes ser esbelta, rubia, raquítica, como te muestran las marcas de lencería, y mucho menos ser esa princesa desvalida que espera al príncipe que la vaya a rescatar”, sentencia.
La idea de Valeria es continuar trabajando con sus hermanos, La Moral Distraída y Denise Rosenthal, posicionar su marca de lencería y, “de a poco ir agregándole cosas”.