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Los shows más insólitos en la historia del Festival de Viña del Mar

El certamen ha tenido momentos grandiosos, malos y también… extraños. Aquí recopilamos algunos de los más desconcertantes registrados a través de los años

Sin duda alguna, el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar es uno de los eventos más importantes del país debido a la variopinta galería de artistas nacionales e internacionales que congrega noche tras noche frente a los miles de espectadores que llenan las gradas de la Quinta Vergara.

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El evento fundado en 1960 nació como una competencia de música popular y folclórica que, aunque se mantiene hoy en día, ha pasado a un segundo plano en comparación con los invitados provenientes de todas partes del mundo ofreciendo algunos de los más alucinantes shows, tanto en la música como el humor, las dos categorías más fuertes en lo que se extiende el evento durante la última semana de febrero.

Así, desde su primera televisación oficial en 1971, el Festival más importante de Latinoamérica ha sido escenario de algunos de los números artísticos más impresionantes, así como de los más extraños que han dejado con la boca abierta a la crítica y al público. Aquí, te dejamos las presentaciones más inusuales en la larga historia del Festival de Viña del Mar:

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Faith No More (1991)

«Please no more» fue una frase que se le atribuyó a Ítalo Passalacqua tras su ácida y tajante crítica del show de Faith No More en la primera versión del Festival de Viña del Mar en democracia. Y es que en 1991 hubo varios cambios que marcaron un antes y un después en la realización del certamen, pero el debut del conjunto liderado por Mike Patton en nuestro país es algo hasta hoy considerado como «de culto». Una de las razones fue que hasta aquél entonces el rock -sobre todo el rock «pesado»- era algo aún nuevo en Chile. Por consecuencia, una banda del calibre de FNM en el Festival de Viña era impensable pero por alguna extraña razón los estadounidenses terminaron tocando lo mejor de un repertorio con agarrón incluído a Antonio Vodanovic incluído. Al día siguiente Passalacqua escribió su crítica en el diario La Segunda hablando de cómo los «rockeros trashers» «desalojaron la Quinta» en «un final decadente».

Onda Vaselina (1994)

Al ritmo de un rock ‘n’ roll al estilo Elvis Presley, los mexicanos de Onda Vaselina hicieron su presentación en el Festival de Viña justo el año en que Mega (en esos años Megavisión) tenía los derechos del certamen. La verdad es que el grupo dedicado a la música infanto-juvenil arribó a nuestro país producto de un acuerdo entre la señal privada y Televisa… el problema es que en nuestro país nadie los conocía, por lo que desde el momento en que el animador anunció el show el «monstruo» no dejó de pifiar y abuchear hasta sacarlos del escenario.

Xuxa (2000)

No es que el show de Xuxa fuera extraño en sí, sino el cómo se dio su regreso años después de que su visita a Viña fuera su salto a la fama mundial. Y es que la diva carioca no tuvo tregua por parte de un público que la pifió durante todo su show y que terminó haciéndola llorar en pleno escenario. La gota que rebalsó el vaso fue cuando se puso a hablar de su relación con Chile y se dispuso a cantar su éxito más conocido «Ilariê», donde el público debía responder al coro con un «oh, oh, oh». Sin embargo, la gente decidió gritar «chu-pa-lo», un mensaje en doble sentido que la cantante tardó en descifrar hasta que le soplaron su verdadero significado, lo que le disgustó bastante y la hizo pedir respeto «por los niños presentes».

Enrique Iglesias (2000)

El mismo año en que Xuxa fue abucheada, Enrique Iglesias tiraba por la borda (literalmente) todo el cariño y respeto de su público en la Quinta Vergara. Al concluir su show, Vodanovic y Cecilia Bolocco le entregaron la Gaviota de Plata -máximo reconocimiento- tras los aplausos de los espectadores. En un acto impulsivo, el músico se acercó al borde del escenario vestido con la camiseta de la selección nacional y dijo: «esto es más suyo que mío», y entonces lanzó el trofeo por los aires ante la mirada atónita de los anfitriones. Al final, la estatuilla fue devuelta en persona por la mujer que fue golpeada por la Gaviota en toda la cara. El español jamás volvió a pisar Viña del Mar.

David Hasselhoff (2001)

Definamos extraño: el protagonista de los «Guardianes de la Bahía» tratando de cantar en español con un acento medio inglés medio alemán en Viña. Y es que en 2001 a Canal 13, que estaba a cargo del certamen, se le ocurrió traer a nada más ni nada menos que David Hasselhoff como artista anglo invitado en el marco de su gira de presentación de su disco «Magic collection»… con canciones que jamás se habían escuchado en nuestro país. El highlight de la noche fue un dúo con Amaya Forch en el que al parecer ninguno pudo atinarle al tono de la canción. Pese a todo, se salvaron de las pifias, el monstruo andaba generoso.

El hombre láser (2004)

Quizás la Quinta Vergara no era el público adecuado… Theo Dari, conocido como «el hombre láser» es un artista visual francés que hace «malabares» con luces y música electrónica. Un show más bien… futurista que le había valido gran éxito en Europa y otras partes del mundo, pero no en Chile. Su presentación de casi ocho minutos estuvo constantemente asolada por los silbidos y las pifias del impaciente público.



Leonardo Farkas, «el hombre orquesta» (2009)

De jurado a showman. En 2009 el empresario y filántropo nacional, Leonardo Farkas, se dio «un gustito». El hombre que por aquellos días se transformaba en noticia por su cercanía con la gente aprovechó su popularidad para cumplir su sueño de ser un músico y artista reconocido y cantar en el Festival de Viña. Con un traje brillante el hombre de negocios intentó cantar «We will rock you», el clásico de Queen, que dedicó a «todos los chaqueteros» entre bailarinas y una orquesta poco animosa. Además de las desafinaciones propias de alguien sin entrenamiento musical, el momento se tornó cada vez más incómodo a medida que los aplausos se fundían con las pifias y una Antorcha de plata regalada sin motivo real al «hombre orquesta».

Yandar y Yostin (2014)

«One hit wonder» es un término usado para referirse a artistas que sólo han logrado tener una canción famosa y/o exitosa. El caso de Yandar y Yostin, reggaetoneros oriundos de Cali, Colombia, es algo así: llegaron a Viña del Mar con un «hit» de verano llamado «Pajaritos en el aire» que debieron repetir tres veces. Su show comenzó a las 03:58 de la mañana y la transmisión se cortó apenas terminaron su primera canción (sí, «Pajaritos en el aire»). Una vez concluida su presentación con menos del cuarto del público de la noche la gente comenzó a pedir las antorchas en sorna por el deficiente acto. Rafael Araneda, quien animaba ese año, apareció ante el público en bata y acompañado de una asistente con la credencial colgando del cuello para despedir a los jóvenes que, al parecer, no entendían nada de lo que estaba pasando.

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