Festival de Viña

Miguel Bosé celebró con un viaje emocional sus diez veces sobre la Quinta Vergara

La primera jornada del Festival de Viña del Mar comenzó con un show sin puntos bajos, pese a que en redes sociales se criticó el uso de pista, y que muchas veces se convirtió en un gran karaoke

La primera noche del Festival de Viña pasará a la historia por una inédita obertura que fue protagonizada por Illapu y su canción «Lejos del amor», la que fue interpretada por todos los miembros del jurado. Un acto que tuvo una gran recepción del público, que, de inmediato dejó en claro que venían a una fiesta.

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Una celebración que tenía un homenajeado especial: Miguel Bosé. El español se subió cerca de las 22:30 horas vistiendo de negro y en su primera interacción con el público, invitó a la Quinta Vergara a celebrar su décima vez sobre el escenario de la Ciudad Jardín. «Viña, ¿estás preparada para este paseo y aventura? Bienvenidos», dijo con una voz lastimada, que ya se había evidenciado durante su conferencia de prensa, en la que sus oraciones parecían finalizar sin aire.

Incluso, en redes sociales comenzó a viralizarse el comentario de que el español estaba ocupando una pista de apoyo durante su show. Pero esto poco importó a los presentes en la Quinta Vergara, quienes presenciaron de pie la interpretación de Bosé de «Sereno», «Duende» y «Nena».

Pero la histeria total se desató cuando el cantante español interpretó «Nada particular», con una invitación a romper las fronteras y a la paz , y «Amiga», canción con la que prometió un viaje al pasado y una ilusión óptica de volver ser, físicamente, como en aquellos años. «Cuando acabe volveremos a cuando estábamos antes», advirtió.

«Morir de amor» continuó el karaoke que empezaba en el palco y terminaba en la galería. Sobre el escenario, diez músicos acompañaban a un Bosé de mirada profunda que se desplazaba por todo el escenario con teatralidad. Sus músicos no se quedaban atrás. Dependiendo del tema, el español era flanqueado por las dos guitarras y el bajo o por tres coristas.

Tras poco más de una hora de un show sin puntos bajos, Miguel Bosé se dio el gusto de invitar al dúo mexicano Ha-Ash para cantar en conjunto «Si tú no vuelves». Con «Gulliver» vino la primera despedida, que fue acompañada de una cerrada ovación. «Es una noche de históricos. Y esta noche hay un ícono sobre el escenario. Una noche de muchos Migueles», dijo Rafael Araneda, mientras la voz de «Morena mía» se cambiaba de vestuario.

A su regreso, los animadores le entregaron la Gaviota de plata. «Os agradezco mucho», dijo emocionado. «Hace cuantitos años, propuse un lenguaje de música. Hoy, esto no me pertenece, les pertenece a cada uno de ustedes», agregó. «El público te quiere seguir premiando», acotó De Moras. Y, a pesar de la intención de Bosé de continuar su show, el español fue galardonado con la Gaviota de oro. Visiblemente quebrado, el cantante aseguró que iba a buscar que fuesen 15 las veces que se subirá a la Quinta Vergara.

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«Bambú» fue la canción con la que Bosé retomó su show, el que todavía tenía por entregar «Amante bandido» y la promesa de «ser por siempre tú héroe de amor».

«A partir de ahora, podemos decir que ya son diez veces sobre la Quinta Vergara», dijo Carola de Moras antes de invitar a Bosé a ver un vídeo especial que le preparó la organización con imágenes de todas su presentaciones anteriores.

Acto seguido, la alcaldesa de Viña del Mar le entregó el premio de artista ícono del Festival. «No más sorpresas esta noche o tendré un ataque cardíaco. No sería nadie si no hubiera tenido la fidelidad y la apuesta de ustedes por un lenguaje musical», agradeció Miguel Bosé, para luego despedirse con «Te amaré».

La presentación del cantante español tuvo entre las 21:42 y las 23:52 horas un rating de 27,9 puntos de rating y un peaje de 40, según cifras de CHV.

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