Una sola canción le restaba por interpretar a Prince Royce, cuando Rafael Araneda le pidió que le cantara “Feliz cumpleaños” a su compañera Carola de Moras, a lo que el cantante estadounidense accedió invitando a la Quinta Vergara a sumar su voz y saludar a la animadora.
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Y por qué no, si la cuarta jornada del Festival de Viña se caracterizó por ser una en la que el público cantó de principio a fin. Primero lo hizo con las canciones de Jesse & Joy, dúo mexicano que se consagró en el escenario de la Ciudad Jardín, a cuatro años de su debut.
Los hermanos Huerta trajeron de vuelta la balada, género que por décadas reino sobre la Quinta Vergara y que este año fue relegado por la música urbana. Su propuesta romántica más juvenil, contó con el respaldo de un Monstruo más adolescente y familiar que el de las veladas anteriores, que coreó canciones como «Llorar», «Mi tesoro y «Llegaste tú», «Espacio sideral», «Dueles» y «Ecos de amor», entre otros. Además bailó con «3 AM», tema que interpretaron junto a Gente de Zona.
El público siguió cantando junto a un carismático Prince Royce, que se deshizo en elogios al Monstruo juvenil que había durante esta jornada festivalera. Incluso, invitó a dos fanáticas sobre el escenario y les obsequió rosas y un beso, luego de hacerlas cantar y bailar con él. Con poco más de una hora, el también jurado de esta versión del Festival, se llevó las Gaviotas de plata y oro.
Punto a parte para Alison Mandel, quien con una breve rutina, la que llevó adelante tal como estaba escrito en su guion, hizo reír tibiamente al Monstruo. Repasando temáticas como su matrimonio y su relación con sus amigas, la comediante logró la aprobación del público, pese a que no tuvo un chiste en el que la Quinta Vergara se riera unánimemente.