Con diez años de carrera en el stand up, y siendo una de las precursoras de esta manera de hacer humor en nuestro país, Jani Dueñas da desde hoy un nuevo paso de cara a la internacionalización de su carrera: ya está disponible su especial de comedia en Netflix.
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“Estoy expectante, como todo el mundo”, comenta Jani Dueñas a Publimetro sólo a horas de su debut en la popular plataforma de streaming, argumentando que, de todas maneras, no está tan pendiente, porque “ando con hartas cosas más y, de hecho, lo más probable es que no lo vaya a ver hoy, porque me voy a Iquique por el fin de semana con ’31 minutos’”.
Y es ya han pasado casi dos años de espera. Lo grabó en agosto del 2017, pero desde unos ocho meses antes que lo venía preparando. “A sido un proceso bien largo, pero bonito también, así que esperemos que cumpla con todas las expectativas”, analiza, agregando que la rutina se basa en su historia, quién es ella como comediante. De ahí el nombre de “Grandes fracasos de ayer y hoy”.
“Sentí que no era una oportunidad para probar nada, sino más bien para cerrar un proceso, una etapa, poner en esta plataforma el fruto o lo que yo sentía que había hecho mejor en mis años de carrera, así que junté un poco mis grandes éxitos de los últimos años”, dice. El lugar escogido fue el Teatro Huemul, ubicado en pleno Barrio Franklin, y que tiene un significado especial para Dueñas. Era una de las opciones que le dio a Netflix, quienes a la vez le dieron libertad de elección, y siente que calzaba con su estilo, mirada y estética.
“Había actuado ahí un par de veces, siempre me gustó mucho y sentía que tenía una estética parecida a mi onda, una cosa más alternativa, clásica y elegante”, asegura, confesando que el proceso de armado del escenario fue muy entretenido, pues “ese teatro no tenía nada, ni parrilla de luces”.
“La producción de Netflix se consiguió todo y lo que la gente va a ver es realmente un teatro que se ve a un nivel internacional, lo que me encantaría sirviera para que se revitalice de cierta manera, que es lo mismo que busqué al lanzar mi show unipersonal en el Teatro Ictus, porque siento que son escenarios no tradicionales, pero muy bonitos y no tan valorados por el público y los propios comediantes”, recalca.
Si usted la ha visto en vivo, se encontrará con la misma energía de Jani Dueñas, el mismo estilo, pero con pequeños detalles diferenciados. Y es que la comediante, para aprovechar la vitrina, no se preocupó mucho de que estuviera siendo grabada, sino más bien en su manera de hablar, que se entendiera por esta parte del mundo. “Traté de pensar en que le estaba hablando a Latinoamérica, que los chistes y las historias que cuento tuvieran una llegada hacia la gente fuera del país y entendieran las palabras”, comenta, argumentando que “ahí me ayuda bastante ser locutora, ser actriz y traté de que los garabatos fueran universales. Los mexicanos que lo vieron se rieron un montón y eran cosas que pensé que no las iban a entender”
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A conquistar México con el humor
Con toda autoridad podríamos decir que Jani Dueñas ya conquistó México junto a la música de 31 minutos. La banda infantil es reconocida en el país azteca y la comediante ahora busca recalar con su humor, con el que llegará en el mes de octubre. “Es un camino que ya había iniciado muy tímidamente en Buenos Aires y en Ciudad de México, donde me he presentado dos veces (año pasado y antes pasado) y por supuesto que esto de Netflix ayuda y contribuye”, dice, asegurando que “a mí el mercado mexicano me interesa mucho, porque es muy grande, reciben gente muy bien y tenemos un sentido del humor similar”.
Las ganas de la comediante se mezclan con el buen momento por el que siente pasa el stand up nacional. Según cree, hay una renovación, ya no están los mismo de siempre, no sólo los que salen en TV son conocidos, y hay una variedad que enriquece la escena humorística. “Hay comediantes lesbianas, hay comediantes trans, otros que les da lo mismo hablar de eso, tatuadas, con tacos, sin tacos y eso es súper bacán, porque se tiende muchos a encasillar, sobre todo a las mujeres comediantes”, recalca.
Cómo el feminismo ha cambiado al humor
El feminismo, que busca la igualdad de derechos entre hombre y mujeres, y cuyo movimiento se viene viendo en nuestro país desde hace al menos un año y medio, ha provocado una serie de cambios sociales de los cuales no escapa el humor. “Todos nos estamos cuestionando, ya sea de manera negativa o positiva, se esta poniendo en tela de juicio cómo nos llevamos como sociedad, cómo nos llevamos con los otros y nos relacionamos”, dice Jani Dueñas, agregando que “siento que se ha avanzado un montón, han hecho que hartos comediantes antiguos o de la década pasada se cuestionen el humor que están haciendo, hasta dónde pueden llegar, si en realidad su humor no se esta renovando”.
Pese a esto, para la comediante, el debate en torno al humor ha estado un poco alejada de su foco. No es que no se pueda hacer nada porque puede molestar a alguien, sino que “la gente ya no se está riendo de lo mismo. Ya no se ríen de los chistes de homosexuales, del maricón, de la suegra o de ‘mujer ándate a la cocina’, porque han reflexionado respecto a esas cosas, entonces, si la gente ya no se ríe, tus chistes ya no son graciosos”.
De ahí es que hace incluso un mea culpa con su propia rutina, y no cualquiera, sino que con la que se puede ver en Netflix. “No es que me arrepienta, no me de vergüenza, son cosas que me daban risa y la gente se rió, pero que como autora no abordaría de la misma manera”, analiza.
Gracias, Nicolás, pero no gracias
“Como hombres también tenemos que hacer nuestro #MeToo del ‘yo también he sido un imbécil’ y revisar nuestra historia. Es súper bueno hacer una película sobre la forma como nos vamos a relacionar entre hombres y mujeres a partir de ahora”, dijo hace unas semanas el director Nicolás López en entrevista con La Tercera, causando la molestia de algunas personas, sobre todo en redes sociales. Una de ellas fue Dueñas, quien comentó en Twitter: “Espérate, entonces además de publicar esto como una estrategia comunicacional para ponerse el parche antes de la herida, ahora la idea es forrarse con una película colgándose del movimiento me too?? No será musho?”. Consultada por Publimetro, profundizó en su opinión.
“¨Está haciendo una campaña de ponerse el parche antes de la herida, una limpieza de imagen, porque lo más probables es que esté asustado, como muchos hombres, que están en la vía publica y cagados de miedo por algo que hicieron en algún momento. Si ves a un hombre tan nervioso por limpiar su imagen, es porque tiene susto a algo. No necesitamos a más hombres hablando de a lo que las mujeres nos pasa. Entonces gracias Nicolás, pero no gracias. Si el pretende hacer un aporte, no me parece valioso viniendo de él”, dice tajante,a argumentando que ese es el problema de este doble filo que puede tener el feminismo.
“El feminismo tiene esa arma de doble filo, que es cuando se pone de moda algo. Como las tiendas de retail que sacan poleras con slogan feministas y las venden, o comerciales, es el capitalismo y el patriarcado. No es posible desentrañar el patriarcado si no hablamos del capitalismo y lamentablemente vivimos en un país capitalista neoliberal donde lo que importa en vender y uno entiende que se pueda tornar un bien de consumo y en ese sentido son muchos los que se suben al buque o hablan hasta por los codos sin tener ninguna consecuencia”, comenta, agregando que esto no pasa sólo con el feminismo.
“Dicen que quieren apoyar el movimiento, pero no lo están haciendo, eso es marketing personal. Apoyar al movimiento seria estar todo el año trabajando con organizaciones y poniendo la cara para otras cosas también, no solo cuando hay una marca que te paga para poner tu cara en un camión”, sentencia.