Las denuncias de acoso laboral y abuso sexual en contra del cineasta Nicolás López no sólo destruyeron su imagen personal, sino que también pusieron punto final a la productora «Sobras» -con la que llevó a cabo exitosas películas como “Sin Filtro” y “No estoy loca”-, al menos en el papel. Esto porque su ahora ex socio, Miguel Asensio, ya tendría fraguada su reinvención con otro nombre y un nuevo aliado, pero en las mismas oficinas y con los mismos proyectos futuros en carpeta.
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Según confirmaron a Publimetro distintas fuentes vinculadas a la extinta empresa, Asensio se habría aliado con el dueño de BF Distribution y Market Chile, Carlos Hansen, para generar una nueva productora que adquiriría automáticamente los derechos de las obras realizadas (y las que están en proyecto) por “Sobras”, protegiendo así su patrimonio cinematográfico y “limpiándolo” de la polémica.
Hansen es uno de los mejores amigos de López y, de hecho, una vez que publicado el reportaje de revista Sábado fue uno de los pocos que habló en favor del director públicamente, calificando de “injusto” que se le “crucificara” antes de tener pruebas de los hechos que se le imputan.
Sobre el caso de Nicolás López pic.twitter.com/1iJDpszQSt
— Carlos Hansen (@carlos_hansen) July 2, 2018
“Me parece muy injusto que las redes sociales crucifiquen a Nicolás López de la manera que lo están haciendo sin siquiera dar la oportunidad de escuchar su versión, de ver las pruebas de ambos lados o de esperar a ver qué dice la justicia”, escribió en un texto que compartió en su cuenta de Twitter.
En el mismo escrito, Hansen agregó que le parecía aún más injusto “que se crucifique al resto de las personas que trabajan para y con las películas de Sobras”, destacando que “Si López es o no culpable se verá en la instancia que corresponda y será responsabilidad de López, no de todos aquellos que honestamente trabajan en las películas de Sobras”.
Como nuevo socio de Asensio, Carlos Hansen cumpliría el rol de productor de las películas y además de distribuidor, encargándose de negociar con los cines su permanencia en las carteleras.
