En horas de esta mañana se conocieron tres nuevas denuncias contra el director de cine Nicolás López, quien hace algunas semanas fue acusado por ocho mujeres por acoso laboral y abuso sexual en la revista Sábado, mismo medio donde las presuntas nuevas víctimas relataron crudos episodios.
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El primero de ellos fue denominado «la denuncia cero», ya que tiene como fecha 2004 y sería considerado como el primer acto de abuso de Nicolás López, permitiendo también crear una cronología de denuncias en el caso. Éste, según relata la denunciante identificada como B.A.W.I, ocurrió mientras el director iba a estrenar la película «Promedio Rojo». B.A.W.I tenía 17 años, menor de edad, y fue invitada por el propio López al preestreno de la película y luego a celebrar, aunque terminó, según dice producto del alcohol y la insistencia del director, en su el hotel donde alojaba.
“Creo que a las tres de la mañana salí del baño vomitando, muy mal, y le dije que me quería ir para la casa porque me sentía pésimo. Él me dijo que no, que nos fuéramos a su hotel, el Marina del Rey. Yo no daba más, casi no podía estar de pie. Recuerdo que me ofreció cocaína. Me aseguró que con eso me iba a reponer y podríamos seguir de fiesta. Pero la rechacé. Él me dijo que en su hotel lo íbamos a pasar muy bien, que podíamos ver películas y pedir comida. Así que lo acompañe”, relata la mujer respecto a lo que pasó con Nicolás López, agregando que «me acuerdo de que le dije, tú sabes que no va a pasar nada ¿cierto? Y él me contestó tranquila, no te voy a penetrar. Penetrar a una menor de edad es delito. Llegamos a la pieza y yo estaba muy mal. Me desplomé en la cama”.
Luego de eso, vino lo peor. Según el relato de la joven, que recordemos en ese entonces era menor de edad, Nicolás López «se subió a la cama y se sentó sobre el pecho de ella, inmobilizandola».
“Recuerdo despertar y sentir lo pesado que era y que me pegaba con su pene en mi cara. Me acuerdo de su cara asquerosa, mirándome todo el rato y me hacía como el gesto de encuadre con las dos manos, diciendo que nunca se iba a olvidar de esto. Sé que entró a mi boca. Jamás le dije no, pero tampoco le di consentimiento. Yo estaba muy curada. Me quedé dormida, pero de repente desperté porque me faltaba aire“.
Al día después fue el socio de Nicolás López, Miguel Asensio, quien la llevó hasta la casa de de su Tania Figueroa.
Pero no fue el único episodio de abuso sexual que recuerda la mujer identificada como B.A.W.I, ya que el director la invitó tiempo después en el lanzamiento del libro sobre «Promedio Rojo» en un local en Providencia. “Iba entrando al baño, que era para una persona, y él se metió detrás de mi. Él sabía que yo estaba pensando en estudiar teatro. Entonces me dijo que si el día de mañana yo quería actuar en una de sus películas, tenía que pasar por un casting con él”.
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Después de eso, Nicolás López fue más violento: “Me hizo arrodillarme. Fue brusco, él no te deja rechazarlo. Recuerdo que terminó, le pegué una cachetada y le dije guatón asqueroso. Él me secó la comisura de la boca con el dedo y me dijo ay, enjuágate. Vas a quedar igual de linda que siempre”.
B.A.W.I declarará a fiscalía en las próximas semanas .
Otra mujer que lo acusa de abuso sexual es la actriz Daniela Mateluna, quien ya declaró en fiscalía su experiencia con Nicolás López en una fiesta tras finalizar el rodaje de una de sus películas. «Nicolás empezó a acercarse mucho (…) trataba de darme besos en el cuello, la cara», recuerda Mateluna, quien se volvió a encontrar con el realizador en la avant premier de una película de Fabrizio Copano, donde López la invitó a la fiesta posterior. Ella aceptó, pero antes él le dijo que debía pasar a su productora «Sobras», ahí vivió un nuevo episodio de abuso.
«Se tiró encima de mi (…) me empezó a tocar. Recuerdo que logró bajarme el enterito. Pudo ver mis pechos y los tocó», recuerda la actriz, agregando que «Nicolás se puso de pie, se bajó el pantalón y se empezó a tocar delante de mi, me dijo tú no tienes que hacer nada».
Algo parecido le pasó a la modelo Kenia Lost. Labrasileña fue a Sobras invitada por Nicolás López. En un ejercicio de improvisación ella señaló que «empezó a tocarme la pechuga, los brazos, todo muy fuerte. Sacó mi mano y se la puso en el, en sus partes».
Ella alcanzó a escapar y tomar un Uber.