El pasado 18 de mayo, Alice in Chains se presentó como uno de los nombres fuertes de un festival en Ohio, EEUU. Hasta ahí, no hay mayor novedad. Pero la banda tenía preparada una sorpresa. Sin anunciar ni decirle a nadie, el grupo comandado por Jerry Cantrell realizó un tributo a Chris Cornell. Ese día se cumplieron dos años desde su trágica partida. “Hunted down” y Boot Camp”, fueron las elegidas. La primera es el tema que abre el primer EP de Soundgarden, “Streaming life” (1987), mientras que la segunda es la que cierra el último disco de la banda publicado durante la década del noventa (“Down on the upside”,1996). “La idea era esa. No hablar de ello y hacerlo (risas). Y así fue. Salió muy bien. Quedé muy contento con lo que salió. las dos canciones que elegimos. Yo quería hacer ‘Hunted down’ y Jerry ‘Boot camp”, cuenta el vocalista William DuVall a Publimetro.
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El cantante asegura que tampoco le comentaron nada a Matt Cameron, Ben Shepherd y Kim Thayil, quienes son amigos de la banda, con los que se comunican seguido tras la muerte de Cornell. Es que el tributo, para aquellos que siguen lamentando al partida de la también voz de Audioslave, tiene mucho simbolismo. Alice in Chains y sus seguidores vivieron lo mismo que tuvo que enfrentar Soundgarden y sus fanáticos: la perdida de su vocalista. “No quiero ser alguien que les diga qué es lo que tiene que hacer una banda tras las secuelas de un evento tan terrible como ése. Ésa es una decisión personal que ellos tiene que tomar”, dice Duvall, tras plantearle la idea de que pueden ser un ejemplo, en particular, para grupos como los responsables de “Superunknown” o Linkin Park.
En un plano más general, DuVall reconoce que sí son un modelo que muestra que es posible continuar, si es eso lo que se decide. “Saliendo de la música, somos un ejemplo de cómo seguir adelante con la vida. Eso es algo que no nos tomamos a la ligera. Cuando empezamos este viaje, nunca supimos que iba a funcionar. No había garantías y las posibilidades eran muy remotas. Tuvimos que lidiar con todo eso y todavía tenemos que hacerlo, en menor grado. Pero ésa es nuestra historia y no se la quiero proyectar a nadie”, explica.
Cuando te uniste al grupo, Alice in Chains tenía tres álbumes con Layne Stanley. Con “Rainer fog” (2018) tú igualas ese registro. ¿Qué significa eso para ti?
Significa mucho. Es desafiante estar en una banda. Es algo bien frágil. Así que tres discos son un testimonio de nuestra habilidad de mantenernos como una banda (risas). Eso es una gran cosa. Y es parte de los nuevos desafíos de la industria hoy en día. Es un logro del que estoy muy orgulloso.
Cuando empezaste con la banda, ¿te imaginaste este escenario?
No (risas). No sabíamos cuánto íbamos a durar ese año. Sólo queríamos superar el día (risas). Obviamente que es una gran cosa y que, ciertamente, había una remota posibilidad de que esto se convirtiera en algo más permanente. Pero no. No teníamos la idea de que se prolongaría tanto.
Ahora eres parte de la historia del grupo. ¿Es más difícil lo que viene que cuando te uniste a la banda?
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Es algo muy importante. No tomo a la ligera lo que hemos hecho en estos doce años. De cierta manera, las cosas son más fáciles ahora, pero en otra, es mucho más desafiante. Tú tratas de mantener el estándar de tu trabajo lo más alto y nunca sabes si tu nuevo disco es el último (risas). Un día a la vez.
¿Qué me puedes contar del show que van a presentar en Santiago Gets Louder el próximo 2 de noviembre (entradas por Puntoticket)?
Nos encanta tocar en Chile. Estamos muy entusiasmados. Los que vayan van a tener una mezcla de lo nuevo y viejo. Estamos muy orgullosos de los discos nuevos. Estamos muy comprometidos en montar un show que valga la pena. Ésa es nuestra razón de vida. Nos encanta tocar en vivo y para los que estén interesados, vengan y pasemos un buen rato. Nosotros siempre lo pasamos muy bien allá.