Kevin Hart anunció el viernes su renuncia como anfitrión de los Oscar tras la polémica generada de unos tuits homófobos antiguos del comediante.
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Hart publicó un tuit pidiendo disculpas a la comunidad LGBTQ por sus palabras en la madrugada del viernes.
El actor dijo que renunció a conducir los Oscar para no ser una distracción en una noche que debería ser una celebración.
La respuesta previa del cómico a las críticas por sus tuits no hizo sino avivar la tensión. El jueves, Hart escribió en Instagram que sus críticos deberían «dejar de ser negativos» tras la aparición de unos tuits en los que empleaba insultos homófobos. En el video que acompañaba a sus palabras, el comediante, que aparece sin camisa, dice que no va a “dejar que la locura me frustre”. Hart dijo además que «quiere a todo el mundo”.
GLAAD, un grupo encargado de monitorear la imagen que se ofrece de la comunidad LGBTQ en los medios, dijo que se puso en contacto con ABC, la televisora de los Oscar, con la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas y con los managers de Hart para «discutir la retórica anti LGBTQ de Kevin”.
En un especial de comedia de 2010, Hart dijo «si puedo evitar que mi hijo sea gay, lo haré».
La Academia anunció el martes que Hart sería el conductor de la 91ra ceremonia de los premios Oscar en febrero.
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Había manifestado su alegría por ser presentador
Antes que estallara la polémica, el actor había indicado a través de Instagram que uno de sus sueños era ser el anfitrión de los premios de la Academia.
Sin embargo, todo cambió cuando comenzaron a ser públicos los tuiteos que efectuó, o sus chistes declarados como «homofóbicos», los cuales le valieron duras críticas en redes sociales. Y aunque trató de mezclar la sinceridad, el arrepentimiento y el humor con dos videos, al final decidió dejar de cumplir su anhelo y renunciar a los Oscar.