“Ser una mamá es ser una guerrera”, dijo Sandra Bullock durante el panel de Netflix en CCXP de Sao Paulo, a tan solo minutos de exhibirse por primera vez la película que protagoniza “Bird Box”. Basada en la novela Josh Malherían y dirigida por Susanne Bier, esta afirmación de la actriz ganadora del Oscar es el corazón de esta cinta post apocalíptica que se estrena este viernes 21 en la plataforma de streaming. “Es una historia emocional”, expuso el productor Dylan Clark.
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La historia narra cómo una misteriosa fuerza hace que la gente empiece a quitarse la vida sin explicación. En este escenario, Malorie (Bullock) encuentra amor, esperanza y un nuevo comienzo, al tener que huir con sus dos hijos por un río al único lugar en el que le ofrecen refugio. Pero la tarea no será fácil, ya que deberá realizar este peligroso viaje de dos días con los ojos vendados, ya que es a través de la vista que las personas adoptan un comportamiento suicida. “Estar en el río es una metáfora de lo que es ser madre”, afirmó la actriz.
“Por mucho tiempo, representamos a las madres de una manera muy etérea”, analizó Bullock dos días después de su participación en la CCXP. En conferencia de prensa con distintos medios, la actriz relató que no tuvo que buscar ningún tipo de inspiración y que es esa sensación de miedo constante la que rompe este molde en que siempre se presenta a una mamá. “Cualquier cosa que se meta con mis hijos me lleva a ese lugar”, afirmó, para luego agregar: “Interpreto a una mujer muy aislada y se encuentra en una situación en que está embarazada, pero no quiere ser madre y su hermana la trata de convencer de que lo sea, pero pasa este evento cataclísmico. Es un viaje de lo que ser madre significa”.
La cinta cuenta también con la participación de Trevante Rhodes y John Malkovich, quien deben convivir confinados en una casa con ventanas cerradas, completamente aislados del muno exterior. Bullock reveló que durante la filmación, el elenco no abandonó esta locación y que los momentos en los que no les tocaba grabar, ocupaban distintos recintos del hogar para descansar. “Fue una decisión muy inteligente. Si estabas cansado te ibas a tirar en el sillón. Todos eran muy humildes y con un sentido del humor común. Nuestro director creó este ambiente que se sentía muy aislado”, recordó.
Sobre cómo fue el trabajo con la directora Susanne Bier, la actriz destacó que no hace diferencia entre trabajo con un hombre o una mujer en la dirección, y que lo que le importa es contar con alguien arriesgado y sin miedo en su manera de trabajar. “Sabía perfectamente qué quería hacer. Si ves su trabajo, no sé cómo lo hace, a ella le gusta la intimidad entre las personas. Me sentí muy confiada de mostrar cosas que no muestro siempre y muy a salvó en un escenario poco cómodo”, explicó.
Una de las grandes complicaciones fue filmar con los ojos vendados. “No puedes pretender no ver porque la acción no se siente”, dijo Bullock, quien contó con humor que chocó varias veces con las cámaras mientras actuaba. “Cuando tenía que grabar con los niños las vendas no estaba, pero la mayoría del tiempo las tenía puesta”, sentenció.