Ayer pudimos ver el final de «Casa de Muñecos» y luego el estreno de «Juegos de Poder», la nueva apuesta nocturna de Mega.
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La teleserie, que competirá con dos fuertes rivales -el programa de concursos «Pasapalabra» y la exitosa producción dramática de Canal 13 «Pacto de Sangre»–, relata la historia del candidato presidencial Mariano Beltrán (Álvaro Rudolphy). El político verá en peligro su campaña. Esto luego de que su hijo Camilo (Simón Pesutic) se vea involucrado en un accidente que dejará una víctima fatal.
Es por eso que el fiscal Aníbal Ramos (Jorge Zabaleta) no descansará hasta encontrar al responsable de este crimen, que Mariano Beltrán ocultará a como dé lugar para mantener su posición política y no desmoronar a su familia.
De esta forma, la teleserie aborda una serie de problemáticas contingentes. Dilemas morales de la actualidad, que serán los ejes de la historia. Te los dejamos a continuación:
Responsabilidad en las acciones
Camilo Beltrán atropella a dos jóvenes universitarios y se da a la fuga junto con su polola y un amigo, dejando a las dos víctimas sin asistencia. Una termina falleciendo. Esta es una situación que se ha dado más de una vez en Chile, y demuestra cómo las personas son capaces de tranzar sus valores para proteger sus intereses y evadir la responsabilidad y consecuencias de ellas.
La búsqueda de la justicia
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El fiscal Aníbal Ramos es un elemento clave en la historia. Buscará encontrar a los responsables del accidente, en una sociedad que se siente desamparada por la justicia como institución y cómo las personas con poder pueden manipular los hechos para lograr sus objetivos o conseguir impunidad.
Escándalos políticos
Además de abarcar la historia tras el accidente mismo, la teleserie se sumerge en profundidad en el mundo de la política por dentro y por fuera. Es por eso que el equipo de guionistas analizó en profundidad los procesos de campaña y escándalos relacionados con Macron, Trudeau, Trump y Bolsonaro.
Los padres y su miedo por los actos de sus hijos
¿Qué hacen nuestros hijos cuando no estamos con ellos? ¿Tenemos la seguridad de que harán lo correcto ante una situación extrema? Esta historia se adentra también en el mundo de los colegios, las universidades y el «carrete».
