Una amistad frustrada y un conflicto por el derecho de las canciones de The Beatles es la que une a Paul McCartney y Michael Jackson. El compositor y el «Rey del pop» trabajaron juntos en la canción «Say say say» a comienzos de la década del 80 e, incluso, el británico llegó a hospedarlo en su granja de Sussex antes de grabar el video del tema.
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Fue en ese momento donde Sir Paul le dio algunos consejos a Jackson, que el cantante se tomó muy en serio. En particular, el hecho que tuviera cuidado con los derechos de su trabajo. Y es que dos años antes (1981), McCartney intentó recuperar los derechos de The Beatles de las manos del dueño de ATV Music, Lew Grade. Algo que le fue imposible por la suma de dinero que pidió el empresario por ellos. Algo que si logró Michael Jackson dos años después, generando el quiebre entre ambos artistas.
Por ello, en conversación con la radio Futuro, McCartney se refirió al legado del «Rey del pop», luego del impacto que ha generado el documental «Leaving Neverland». «Es triste. Obviamente, él era un gran talento, artista, cantante y bailarín. Por años amamos eso. Pero nadie sabía del otro lado que se muestra en el película», dijo y agregó: «Entiendo el por qué la gente decide no gustarle su música».
Al ser consultado sobre si el ex The Beatles seguiría escuchando las canciones de Jackson, luego de las reacciones que ha generado las denuncias que muestra el documental de Dan Reed, el músico respondió: «Yo no escucho mucho su música, así que no es tan gran cosa para mí. Es muy triste. Era un tipo muy bueno. No sabía de su lado oscuro. Es muy difícil mirar los recuerdo».
