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Radiografía al consumo de televisión en Chile

La TV abierta y cable registran una caída en 2018, al igual que la programación cultural. Los menores de edad privilegian las teleseries y presentan un mayor visionado en horario para adultos.

Es un hecho que las formas de ver televisión han cambiado con la irrupción de internet. De hecho, durante el último año les hemos contado en varias ocasiones cómo productos de la pantalla chica, como “Pacto de Sangre” y “Amar a Morir”, han logrado muy buenos resultados en las plataformas digitales, más allá de lo que diga el rating.

Y es que la posibilidad de acceder a lo que quieres ver cuándo tú lo quieres ver, gracias al on demand, se ha vuelto cada vez más atractivo para las audiencias y sería un factor gravitante en el hecho de que el consumo de televisión abierta y por cable está yendo a la baja.

Así lo confirma el último estudio realizado por el Consejo Nacional de Televisión (Cntv), que establece que entre 2013 y 2018 el consumo promedio anual de la TV abierta cayó en 164 horas. En un principio, la caída tenía relación con la migración del televidente a la TV de pago. Sin embargo, el Consejo informa que, tras años de ir en aumento, el consumo del “cable” disminuyó en 64 horas entre 2015 y 2018.

Aunque en el anuario estadístico del organismo -que será presentado esta mañana de manera oficial- no hay una explicación concreta respecto de cuál sería la razón tras la disminución de consumo de televisión abierta y de pago, compañías como Movistar Chile, que ofrecen servicios de transmisión de audio y video por internet, ratifican que estamos frente a un cambio real de cómo acceder a los contenidos televisivos.

Javier Berenguela, gerente de Mercado Fijo de dicha empresa, afirma que -según su experiencia- “la tendencia hoy es que los usuarios están optando cada vez más por plataformas de video OTT (servicio de transmisión de audio, video y otros contenidos a través de Internet), como Movistar Play Full”. Esta plataforma digital se ha vuelto atractiva para los usuarios, tanto como Netflix o YouTube, ya que por un fijo mensual pueden acceder a 46 canales en vivo, series y contenido on demand, “democratizando así el acceso a la tecnología”.

De acuerdo con Berenguela, sus estadísticas muestran que “en menos de 20 días, un 60% de quienes han contratado este servicio de TV por internet son clientes móviles (smartphones), es decir, personas que están cambiando su comportamiento de consumo de contenidos”.

Con todo lo anterior, no cabe duda de que los canales de televisión abierta deben abrirse aún más a lo digital, si quieren seguir convocando a las audiencias y subsistir en una industria que lleva años en crisis.

A falta de programación infantil: menores privilegian las teleseries

Hace un par de semanas informamos que la oferta de contenidos infantiles en la televisión abierta cayó a su mínimo histórico, registrando sólo 413 horas en 2018 (muy lejos de las 1.692 horas de 2016). Quizás a raíz de aquello, el consumo de televisión abierta de los menores de edad también presentó una caída de 41 minutos diarios en los niños y 12 minutos diarios en los adolescentes; y ambos grupos han cambiado sus preferencias a la hora de sentarse frente a la pantalla chica.

De acuerdo al Cntv, los más chicos de la casa privilegian las teleseries a la hora de prender la TV, con un 25,9 por ciento del consumo. En segundo lugar están los programas informativos, con un 21,9 por ciento, y más atrás se ubican los espacios misceláneos -los que crecieron en términos de oferta gracias a “Pasapalabra” y “Rojo”- con un 19, 8 por ciento. Estas cifras no dejan de llamar la atención, ya que ninguno de esos tres formatos está dirigido exclusivamente a menores de edad. Por otro lado, y que debiera ser aún más preocupante, el horario de mayor visionado infantil en la TV abierta es entre las 20 y las 00:30 horas, franjas que muchas veces concentran contenidos exclusivos para adultos.

Cae el consumo de programación cultural

Desde el año 2015, con la implementación de la norma que aumenta de 1 a 4 horas de programación cultural a la semana, la oferta en la TV abierta se ha mantenido en un 6,1 por ciento. Sin embargo, el consumo evidenció una leve baja durante el año pasado, de un 6 por ciento en 2017 a un 5,7 por ciento en 2018.

El estudio realizado por el Cntv informa, además, que Televisión Nacional lidera la oferta con un 10,5 por ciento, pero que Canal 13 (con su 7,8 por ciento) obtiene el mejor rendimiento de su programación, en relación con el porcentaje entre su puesta al aire y el consumo. Y aunque Chilevisión fue el canal con menos espacios culturales en pantalla, registra una rentabilidad positiva.

Cabe mencionar que el horario más provechoso entre oferta y consumo cultural es de 18:30 a 00:00 horas, sin importar el día. No obstante, el 90 por ciento de las 54 horas de programación que ve la luz durante la semana se emite los sábados y domingos.

 

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