En una inesperada polémica se vio envuelto J Balvin, uno de los artistas latinos con mayor proyección internacional, con tan solo hacer un click de apoyo a una publicación en Instagram. Y es que la mega estrella colombiana ocupó el emoji de «100» para respaldar una particular comparación musical que realizó Justin Bieber. En ella, la voz de «What do you mean?» igualaba Chris Brown, quien tiene una larga historia de violencia de género, con Tupac y Michael Jackson.
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«La gente que ha ignorado el talento de este hombre por un error que cometió, ¡necesita reevaluarse! Te amo, Chris Brown», se podía leer en el mensaje (que luego editó para sacar la parte del error), que terminó por llenar de críticas a Bieber por relativizar el historial de violencia de género que tiene Chris Brown y que salpicaron J Balvin.
Pero los cuestionamientos al colombiano no eran gratuitos, ya que la voz de «Sigo extrañándote» había publicado una foto junto al cantante estadounidense que atacó en reiteradas ocasiones Rihanna, en ese tiempo su novia, antes de que iniciara la ceremonia de los Premios Grammy 2009.
«No soy adivino para conocer qué pasó. No acepto ninguna violencia contra nadie. Pero sí aprecio el talento… Por más que explique igual no me van a entender… Perdón a todos quienes ofendí y la gente que me canceló de sus vidas», escribió J Balvin en su Twitter, a modo de justificación.
Pero, ¿qué es cancelar?
J Balvin se convirtió en tendencia en redes sociales tras ser “cancelado” públicamente. Lo mismo que ocurre cada vez que se demuestra que un artista incurre en casos de abuso, apoyo o encubrimiento. De esta forma, «cancelar» no es más que tomar una decisión personal; ser consecuente y aprovechar el movimiento de las redes para poner a los demás en alerta.
«Una tiene el derecho de decir ‘te cancelo, ya no vas a seguir siendo parte de mi vida’ y no sólo sacarlo de manera discreta, sino hacer un juicio público, sea que tenga un nicho de diez seguidores o de diez mil… Esa es la herramienta que tienen las mujeres que sienten que la justicia tradicional no las ampara y lo único que les queda es usar las redes para advertir a su entorno que estas personas son peligrosas», expresa Bárbara Carvacho, periodista de “Muchacha”, una red de mujeres trabajadoras de la música organizadas en torno a un espacio seguro para ejercer sus labores en la industria.
¿Cuándo se «cancela»?
Respecto al cuándo, esa es una decisión netamente personal. Puede ser desde un pedófilo o un violador hasta el amigo de un denunciado. «La idea es cerrarles la cancha lo más que se pueda para que dejen de usar espacios o vitrinas, para que salgan de la impunidad que tienen los artistas de estar por sobre las personas, y en este caso, por sobre las mujeres», agrega.
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“Tipos como Romeo Santos o Maluma han tropezado una y otra vez con la piedra del machismo, mediante declaraciones torpes, versos desafortunados, fotos o videos que cosifican a la mujer, etc. Y ahí siguen. Otros, en tanto, tienen sólo una falta a su haber, pero de tal magnitud que terminaron cancelados desde entonces», acota, por su parte, el columnista de Publimetro Sebastián Cerda.
Y si bien no existe el concepto de «des-cancelar», este es un proceso que se puede dar, pero que atiende netamente a la reflexión del artista. No basta con «llegar y decir «sorry» en tu Instagram y aparecer haciendo un concierto como si nada, eso es reírse de que te estén cancelando», sentencia Carvalho.