El polémico divorcio entre Johnny Depp y Amber Heard no ha terminado. Ya se había cerrado cuando el actor tuvo que pagar 7 millones de dólares a la famosa, quien terminó donando el dinero a la caridad.
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La carrera de Johnny se vio muy afectada tras el polémico divorcio. Sobretodo, porque su ex esposa (aunque no mencionaba su nombre) se convirtió en una poderosa voz sobre el maltrato a la mujer. Esto llevó al famoso a demandarla por 50 millones de dólares para así limpiar su nombre.
Es la revista People quien tuvo acceso a documentos judiciales que dictan lo siguiente:
«He negado con vehemencia las acusaciones de la señora Heard desde que las hizo por primera vez en mayo de 2016 cuando fue al juzgado para obtener una orden de alejamiento temporal con moretones pintados que los testigos y las cámaras de vigilancia demostraron que no tenía la semana anterior. Seguiré negándolo el resto de mi vida. Nunca abusé de la señora Heard ni de ninguna otra mujer», declaró Depp.
Asimismo, él contó que ella tomaba anfetaminas recetadas y las drogas no recetadas con alcohol lo que ocasionaba comportamientos violentos en su personalidad. Mismas acusaciones que en el pasado hizo ella de él.
También admitió que Amber continuamente lanzaba objetos a su persona, le rompió un dedo al actor y hasta encontró heces en su cama como broma por parte de ella, y fue cuando decidió pedir el divorcio.
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La polémica ante esto
Cualquier situación de violencia debe ser motivo de preocupación y no de burla. Intentaron humillar al actor al decir que él era el hombre, que él pudo parar la situación o que si una mujer tan atractiva como Heard hiciera eso no tendrían problema.
No sabemos, más que ellos, quién está diciendo la verdad. Sin embargo, sabemos que ambas confesiones deben ser tratadas con respeto. Con la violencia jamás se deje jugar, ni debe ser motivo de mofa.
Mucho se ha ridiculizado a las mujeres cuando ellas alzan la voz (son acusadas de falsas, de querer fama o seguir modas), mientras que los hombres son ridiculizados por débiles. Hacer esto es anular el sufrimiento de alguien en su posición más vulnerable, y mostrar la falta empatía de nuestra persona.
