Una de las interesantes hipótesis que lanza el revelador documental “Maradona”, que se acaba de estrenar en el Festival de Cannes en la selección oficial, es que dentro del ex 10 de la selección argentina, Diego Maradona, hay en verdad dos personalidades que chocan: Diego, que fue y es el humano real, el chico de la barriada, el niño sensible que luchó por sacar a su familia de la miseria; y está Maradona, el personaje fanchote, duro, una máquina en la cancha, que se inventó Diego y que usó como herramienta para cumplir el anhelo de salir de la miseria siendo el mejor jugador de fútbol.
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Y lo logró. Pero un par de declaraciones en el documental llaman la atención. Por ejemplo, un ex entrenador o ex compañeros prefieren mil veces a Diego que a Maradona. Prefieren al “buena gente” que al semidiós, en quien debió convertirse el deportista para tocar el cielo.
El documentalista Asif Kapadia, ganador del Oscar al Mejor Documental por su soberbio retrato “Amy” de la autodestructiva cantante inglesa Amy Winehouse, también tiene clara su preferencia.
“Creo que Diego…, pero es el mismo tipo. Él es ambos…, es la contradicción, es el ángel y el diablo. Es el tipo que realmente quieres y que es divertido, y con el que te quieres juntar. Y también tienes a este tipo raro que si tienes una pelea, tú lo querrás, y eso es lo que creo que es increíble de este hombre”, dice a Publimetro.
¿Y cómo fue trabajar con él, que ahora está mayor y enfermo?
-El hombre con el que me encontré es realmente encantador, cuando está en un buen día, está feliz. Es un hombre realmente cautivador, realmente amable y educado. Tuvimos una conversación realmente buena, su cerebro está bien, recuerda historias, es un muy buen contador de historias y muy carismático. Pero en otras ocasiones, cuando estaba cansado, no le gustaba hablar, y te dabas cuenta que no era el día para hacerlo y que había que volver otro día.
“Como realizador, cuando miras atrás, a lo mejor nos pasa a todos nosotros, la persona sobre la cual hacía una película en 1994, 1995 y 1996 en Nápoles, es como alguien que es una persona diferente, es un ser humano distinto ahora…, y cuánto recuerda de ese hombre y, como todos, hasta dónde cambiará esa historia. Así que cuando hice la película sabía que quería hablar con él, porque todo lo que vi y lo que investigué es la historia que es, pero cuando le preguntas a él te entrega una respuesta completamente diferente. Aun cuando sea su vida y es quien estuvo ahí, a veces hay que preguntarse si es el mejor testigo de su propia historia. Ése es el desafío.
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El documental se centra básicamente en sus años jugando en el Nápoles: un equipo caído en desgracia, al borde de la tabla de posiciones y cuyo ascenso despega con el fichaje de un Maradona que venía de jugar en España. A través de valiosas imágenes de archivo, el filme se desarrolla con imágenes que conciernen a esa época y los años que pasó en Italia, y que incluyen sus espectaculares jugadas en el Mundial de México 86, como su polémica “Mano de Dios” contra Inglaterra.
¿Por qué decides tomar ese momento en Italia?
-Porque estuve tempranamente haciendo investigación en Argentina y después estuve investigando en Barcelona. Y bueno, en la película tenemos una versión larga del joven Diego en su país, en Argentinos Jr. y en Boca, y después tenemos una larga parte en España y una sección realmente larga en Cuba.
Así que podrían hacer una serie de televisión sobre eso…
-Podríamos hacerlo, pero mi intención era hacer una película. Estaba pensando en hacer algo para que personas que no están interesadas en Maradona y que no les gusta el fútbol puedan ver esta película. Y tuvimos que tomar una difícil decisión, que era saber cuál era la principal historia, cuál era el lado grande, cuál tenía que ser la parte más extensa, y cuándo fue que se convirtió en el mejor jugador del mundo: Nápoles, cuándo fue que ganó el Scudetto; o Nápoles, cuándo fue que comenzaron todos sus problemas.
La exposición de los días oscuros
En la película se habla sin tapujos de su adicción a la cocaína, de su relación con la mafia napolitana, La Camorra, y del nacimiento de un hijo fuera de su relación oficial en Italia.
¿Tuviste alguna presión o alguna opinión de Maradona respecto a no mostrar algo como lo de La Camorra o la cocaína?
-Yo le hablé acerca de todo esto y no hubo presión para no mostrar aquéllo, porque todo sucedió, y sabemos que la persona que llegó a Nápoles es muy diferente a la persona que dejó Nápoles. Algo pasó entremedio, pero no quería hacer una película estilo tabloide o controversial, no era mi intención. Quería ser neutral, mostrarlo, preguntarle, hablar sobre lo que pasó…, así que bueno, es parte del drama que pasó, alguien se volvió adicto, en alguna medida se volvió adicto y tuvo problemas de adicto, así que teníamos que tratar eso de una manera sensitiva.
¿Y sobre su primer hijo que no reconoció al inicio?
-Honestamente, cuando comencé a hacer la película pensé “no me interesa con quién tuvo una relación, no me interesa”. Yo no leo revistas ni veo programas de ese tipo. Y después comienzas a hacer la película y dices “esto es importante, es realmente importante”. Es un punto importante en su vida, y creo que hay un antes y un después de Diego Jr. Puede ser una coincidencia, pero yo creo que no lo es. Creo que la gente cubre con drogas, alcohol y cosas por el estilo el dolor de mentir. Y creo que hubo un dolor que él mismo tuvo de haber sido un hijo no reconocido, y eso marca un cambio en su carácter y coincide con el triunfo de la Copa del Mundo, cuando se convierte en alguien poderoso, en el mejor jugador del planeta, y a partir de entonces, ves que su rostro es distinto…, si lo miras antes y lo miras después, te das cuenta que no es bueno mintiendo.
Las secuencias del partido de Argentina contra Inglaterra en el Mundial de México 86 fluyen muy logradas. ¿Cómo fue para ti y tu equipo trabajar esas imágenes de archivo?
-Todo los de mi equipo han hecho películas para el cine y eso es lo que yo quería, que no se viera con la estética de un documental…, que fuera una gran película y que sonara así. Y tuvimos la oportunidad de hacer en el Lumiére Cinematique el sonido, la canción y las voces. Y las canciones son increíbles, las letras de Argentina son particularmente brillantes, pero es una cosa que con la traducción inglesa se pierde…, el humor de las canciones, que en realidad son muy divertidas. Así que para mí era importante dar esa energía de lo que era estar en un estadio, y el drama, y luego poner eso también en los efectos especiales. Yo traté de hacer la versión más honesta de la vida de Diego, de mostrar que lo que le sucedió a él, a todo el mundo le puede suceder, y que también hizo lo que otros jugadores hacen. No quería juzgarlo, y es como que la gente tiende a juzgar y a decir “Oh, miren, es un tramposo”… , pero todos los jugadores hacen eso. El fútbol es un deporte de engaños, eso es lo que decía la frase de Menotti…, tienes que hacer lo que tienes que hacer para ganar, engañar a la gente, porque eso es el fútbol.sd