El término definitivo de “La Jueza” significó un duro golpe para la abogada Carmen Gloria Arroyo, quien durante diez años (2007 – 2017) ejerció como árbitro en el espacio de Chilevisión. Por aquella época, los programas orientados al trabajo social ya venían dañados; “Veredicto” había finalizado hace más de un lustro y su única competencia era “Caso Cerrado”, programa con el que compartía formato.
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“Yo sentía que la televisión le estaba cerrando las puertas a una segmento de la población al que no quieren ver o escuchar”, cuenta Arroyo a Publimetro. “Cuando te dicen que la línea editorial de un canal no acepta el trabajo social, yo que soy apasionada por él, me molesta. Me duele. Siento que es un desprecio a nuestra propia realidad. Es un prejuicio enorme pensar que esto le sirve sólo a un segmento determinado de la sociedad”, agrega sobre el doloroso fin de este ciclo.
Claro que esta situación no se alargó por mucho tiempo.
Meses después otra casa televisiva se fijó en este tipo de contenido. “Ahora con TVN recuperé la ilusión”, reflexiona, pues la señal estatal no sólo volvió a poner estos tópicos en la palestra, sino que también reclutó a sus antiguos escuderos – como Pamela Lagos o Jaime Sánchez- para esta labor.
Aún así, previo a su estreno, reconoce que esperaba buenos resultados. Pero que no tenía claro cuándo llegarían. “Estábamos súper preocupados. Habíamos estado seis meses fuera de pantalla y no sabíamos si la gente iba a retomar lo que ya habíamos construido… Cuando ya vimos que contábamos con la misma confianza de siempre, dijimos: ‘Vamos por más’”, revela.
Finalmente la audiencia estuvo de su lado. Algo que se ha reflejado en el buen rating del año; en mayo promedió 8,5 puntos, quedando en segundo lugar de audiencia y convirtiéndose, desde el principio, en un pilar fundamental para la programación diaria de TVN.
Ahora, con un espacio ya afianzado, la defensora siente que logró conectar con el público, lo que para ella es un “espaldarazo al trabajo social” al sólo tratar casos reales y además porque siente que “no nos quedamos con el show de hacer una solución que suene judicial. Tratamos que haya acuerdos o conexiones. Es netamente trabajo social.
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Por otra parte, destaca estar “en el canal público ayudando a que las cosas retomen su camino”, puesto que el programa se transmite a lo largo de todo Chile e incluso llega hasta otros países. “Hay una fan de Noruega que nos escribe todos los días y que nos ve a las dos de la mañana, eso es súper gratificante. Ha sido un empuje de energía enorme, porque veníamos bien dañados y dolidos”, reconoce.
Así y a un año de su estreno, la jueza de la televisión chilena ha grabado 460 casos de los más de 10 mil que han llegado, respondido a 208 consultas en redes sociales y entrevistado a más de 40 personas en su sección “Valiente”, donde conversa con personas resilientes cuyas vidas de superación son un ejemplo.
Desconectarse
Este año hemos visto más de 250 emisiones del programa, y si bien la vemos fuerte en televisión, Carmen Gloria Arroyo reconoce que a veces su trabajo le pasa la cuenta. “Recuerdo varios casos que me han afectado mucho y que tienen que ver con mi propia historia. Te ves reflejado en otra persona (y eso) te duele”, comenta sobre los distintos casos que llegan hasta su set de grabación.
Es por lo mismo que se considera “bien resiliente; generalmente, cuando un caso me toca la fibra, inmediatamente me desahogo y lloro”, asegura sobre su método para no “arrastrar” estos problemas a su vida privada. Otra de sus terapias personales es compartir con el equipo. “Siempre conversamos después de la grabación con la productora ejecutiva, Romina Alvarado, y con mi querida Pamela Lagos. Siempre nos juntamos a un cafecito, un pucho y nos desahogamos”, confiesa.
