Juan de Dios Larraín es el cerebro operativo de Fábula Producciones, una de las empresas de contenidos visuales más importantes de Chile.
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El coprotagonista de esta travesía es su hermano Pablo, el cineasta. Juan de Dios es el ejemplo mismo de lo que llaman “bajo perfil”. Tiene 40 años y se ha convertido en uno de los productores con más proyección y redes en el mundo de la industria cinematográfica.
Las películas firmadas y filmadas por su hermano son aplaudidas en los más importantes festivales de cine del mundo. Recientemente, Juan de Dios, fue invitado a ser miembro de la Academia de Hollywood.
“Pablo es muy político. Siempre juega desde un lugar más duro, menos complaciente. La industria norteamericana nos acostumbró a esperar el final feliz. Y eso no es algo que esté en el imaginario de él porque, simplemente, la vida no es así”.
«Gloria Bell« y «Un Mujer Fantástica» son algunas de las películas que lo han clasificado como el productor latinoamericano que más éxito ha tenido en la última década.
El chileno estrenará la cinta protagonizada por Julianne Moore este viernes en México y compartió con Publimetro el panorama del cine y la televisión en Latinoamérica.
“Hay un momento bueno, como nuevas camada de productores y directores que están buscando espacio de todos los países y están dando paso a mi generación de 40 años, se está renovando y eso es importante. Por ejemplo, el trío de directores mexicanos (Alejandro González Iñárritu, Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón) ese grupo ya debe dar paso a otras generaciones, lo mismo le pasa a los productores”.
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La era de las plataformas digitales
Larraín siente que las plataformas digitales se están convirtiendo en un juego muy complicado.
“Hay que saber que Netflix es un monstruo enorme que está cambiando las reglas del juego y lo va a seguir cambiando. Hay que saber que entra un nuevo jugador que es la fusión de Fox y Disney que será muy fuerte porque todos junto (Fox, Disney, Marvel, Pixar y Lucas) serán un cañonazo; así que viene la edad de oro del audiovisual, donde llegarán más contenidos pero también sobrarán contenidos”, expone.
Además, el productor de Fábula agrega que hoy en día lo que más se cuestiona es qué pasará después con estos movimientos en la manera de hacer cine y televisión.
“¿Qué pasará después de eso, cuando el mercado se acomode? Creo que el cine como la idea de la butaca, va a quedar para películas más espectaculares. La televisión está ayudando a profesionalizar los proyectos en Latinoamérica; por ejemplo, en México ya es una locura porque tan solo Netflix estrenará 15 series este año y Amazon otras tantas. La pregunta es cómo va a convivir el cine con la televisión en los próximos años. La televisión va a tener espacio más para el entretenimiento y el cine más de reflexión. Ojalá que la televisión sea el pasaporte para que los países veamos más nuestro trabajo”.
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Juan de Dios Larraín crítica el poco compromiso que se tiene con mostrar contenidos incómodos en las pantallas.
“Noto que hay una poco compromiso con la idea de ser irreverente y caer incómodo. El cine está en un espacio que hace poco daño, y eso no está bien . El cine tiene que ser peligroso y tiene que haber mal, un espacio más condescendiente es para la televisión; en los últimos años perdió un poco de identidad, por lo que espero que las nuevas generaciones se metan en cosas mas incómodas”.
Larraín señaló que la figura del productor es poco valorada y conocida por el espectador final, sin embargo, considera que en Chile el camino ya es más claro y amplio para que los productores debutantes lideren proyectos capaces de lograr un impacto a nivel internacional.
A través de películas como «El club», «No», «Jackie» y «Tony Manero», Juan de Dios Larraín deja en claro que la vocación tiene que ver más con la pasión. “Solamente el Oscar reconoce al productor, es difícil serlo y vivir de esto”.
El productor señala que uno de los panoramas que enfrenta la cinematografía chilena es el lograr que tanto el cine comercial y los filmes considerados de autor puedan compartir las taquillas y devoción del público; además de lograr que el producto chileno, sin importar su género, logre ir más allá de sus fronteras y realmente experimente la difusión sin tener que ser versionada por otro país.
“La comedia en español, es un género complicado, le pasa que no viaja. México lo hizo con ‘Hazlo como hombre‘, hay otras comedias que también se hicieron en Chile y después hubo versión peruana, colombiana y mexicana. Una película que tiene el mismo idioma se tiene que hacer de nuevo con talento local para que pueda funcionar. La comedia es muy limitante, pero los dramas sí viajan a festivales, pero no se ven en sus propios países. La pregunta es cómo hacer ciertas películas que logren viajar y sean exitosas en su propio país. Lo que hemos hecho con «No» y «Neruda» con Gael García, esa mezcla es difícil de lograr”.
A la par de estos nuevos proyectos que comienzan a tomar forma, Larraín avanza con la serie «Presidente», en coproducción con Amazon; en ésta se plantea la vida de Sergio Jaude, ex dirigente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), y la estafa que se realizó para apoderarse de los derechos del futbol junto a otros directivos latinoamericanos, hecho en el que México también participó.
Además, alista la serie policial «La jauría» con la actriz Daniela Vega, en la que expone los riesgos y trampas de las redes sociales, y cómo son aprovechadas para violentar a las mujeres.
“Tengo miedo de volverme flojo y como generar una ambiente de condescendencia, porque los productores tienen que estar en un ambiente de riesgo, sino hay riesgo están en un sueño del que no se quieren despertar”.