Desde el estreno de la primera cinta “Annabelle” -en 2014- hubo grandes especulaciones sobre si el universo de “El conjuro” -creado por James Wan- podría dar más de esta terrorífica muñeca. Hoy sabemos que la historia de los Warren no se podría entender sin ella.
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Por esta razón, la tercera entrega de “Annabelle” será una cinta obligada, pues mostrará el punto más vulnerable de los Warren y convertirá a la muñeca en un faro para la entrada de nuevos demonios.
“Annabelle” se ha consagrado como uno de los personajes más terroríficos de los últimos años; hoy en día es una historia de culto que ha recaudado una fortuna a nivel mundial. Tan sólo sus dos primeras cintas lograron recaudar más de 600 millones de dólares, superando a películas como “El exorcista” o “El silencio de los inocentes”. Pero, sin duda, una de sus fortalezas radica en el guion, creado por la mente maestra de “IT” (2017), “IT, chapter two” (2019) y “La monja” (2018). Se trata de Gary Dauberman, quien hace su debut como director en esta película que, a su vez, es producida por Peter Safran y James Wan (“Aquaman”).
Judy y el cuarto de artefactos
Gary Dauberman explicó que la cinta está ambientada a principios de los 70, poco después del caso de la familia Perron, que se presentó en la primera película de “El conjuro”. Por esta razón, los Warren empiezan a lidiar con la prensa a su alrededor, ya que las personas van enterándose poco a poco de lo que hacen.
“Esta película apenas toca la periferia de los archivos reales de los casos de los Warren, pues decidí enfocarme más en Judy (Mckenna Grace), la hija de estos demonólogos, y explorar el mundo paranormal que habitan sus padres desde su perspectiva. Pensé que sería una experiencia interesante (…) ¿Cómo sería ser su hija y verlos llegar a casa del trabajo, en donde lidian cotidianamente con estas experiencias aterradoras y en apariencia de otro mundo? ¿O tener objetos que, esencialmente, son recuerdos de todas sus investigaciones aterradoras, exhibidos en una habitación de la casa?”, mencionó.
“Cinematográficamente, siempre nos fascinó la idea de usar el cuarto de artefactos como el punto de partida de la película. Lo hemos mostrado antes y hemos mostrado las oportunidades que ofrece, pero con ‘Annabelle 3’ pudimos explotarlo al máximo. La historia que Gary y James concibieron se basa en la noción de que Annabelle no se puede contener del todo; que es, en realidad, un faro para otros espíritus malignos”, menciona Peter Safran, productor de seis películas de “El conjuro”.
Mientras que James Wan explica que su acercamiento con los Warren comenzó con su obsesión por las muñecas feas.
“Meterme en la oscura historia de la Annabelle real me llevó a investigar más sobre quiénes eran, y a aprender más sobre esta muñeca, que era el centro de su colección (…) Mi fascinación con la idea de que un objeto inanimado, algo que se supone tan inocente como para el entretenimiento de un niño, pueda guardar una entidad demoníaca, fue creciendo exponencialmente. Así que con las historias de Annabelle, y luego con el ‘Crooked man’ en ‘El conjuro 2’, he seguido alimentando mi interés”, explica Wan.