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8 años de la tragedia de Juan Fernández: el culto popular a Felipe Camiroaga

La muerte de Felipe Camiroaga y de 20 tripulantes del avión Casa 212, marcó un antes y después en Chile. La figura del fallecido conductor se ha alzado como un icono que permanece presente en diferentes ámbitos.

Hoy se cumplen ocho años del trágico accidente del Casa 212 que acabó con la vida de 21 personas, incluido el popular animador Felipe Camiroaga. Aquella jornada, representantes de TVN, miembros de la fundación Desafío Levantemos Chile, profesionales del Consejo Nacional de las Culturas y las Artes e integrantes de la Fuerza Aérea partieron rumbo al aeródromo de la Isla Robinson Crusoe, para ayudar a los damnificados del terremoto de 2010.

Sin embargo, tras dos fallidos intentos de aterrizaje -debido a las malas condiciones climáticas-, las autoridades aeronáuticas perdieron el rastro de la nave.  Dos días después se confirmó que no hubo sobrevivientes. Una noticia que golpeó duramente y que quedó marcada en la memoria colectiva del país.

Surgimiento de un “mito”

Tal como ocurre con las grandes figuras que de pronto nos dejan, la memoria de Felipe Camiroaga es recordada por todos los chilenos a través de distintas manifestaciones. Según explica el publicista y académico Cristián Leporati, “en el momento en que él falleció, pasó de ser una persona querida a un ser mitológico, debido a los valores que transmitía”.

En este sentido, más que un ícono pop, la figura del “halcón de Chicureo”,  “se puede clasificar como un mito chileno, dado sus atributos personales”, acota Leporati, agregando que, con el tiempo, esto sólo aumentará.

Daniel Sagüés, amigo del fallecido conductor, está de acuerdo con esta afirmación. “Con el tiempo me di cuenta que ese mito fue creciendo con la memoria de Felipe, con el sentimiento chileno hacia él. Todo lo asociado con Felipe va creciendo más y más, y la gente busca símbolos que recuerden su memoria”, expresa el también director de “Bienvenidos”.

El significado de  “Ángel para un final”

“Cuando yo me muera, pónganme la canción de Silvio Rodríguez”, le dijo alguna vez Felipe Camiroaga a Daniel Sagüés, quien se encargó de que este deseo fuera realidad.

“En el minuto nunca pensé que tendría tan tremenda repercusión, porque cuando se planteó,  la situación era difícil: Todos teníamos la sensación de que había fallecido, pero nadie quería aceptarlo. En una entrevista lo recordé y lo largué sin pensar”, recuerda el otrora director de “Animal Nocturno”.

“Es bonito, uno ahora la escucha y se acuerda al tiro de Felipe, es parte de la cultura de este país”, añade Sagüés sobre el significado que “Ángel para un final” adquirió.

Libros y canciones: obras póstumas

La biografía “Felipe Camiroaga, la verdadera historia” fue escrita por Cristián Farías y Cecilia Gutiérrez. Los autores lanzaron esta investigación en 2013 y fue el libro más vendido del año. Su importancia radica en que “fue un precedente para el género: por primera vez se hacía una biografía de un personaje de la TV”, explica la autora.

Una obra más reciente fue “Vuela Alto”, un trap escrito por Oscar Thiers que, con tonos oscuros y nostálgicos, recuerda la figura del animador. “Sigo buscando quien me quite esta agonía, extraño a Felipe en el ‘Buenos Días’“, es parte de esta inusual letra.

“Lo considero un acto poético por la trascendencia que tiene Felipe en la cultura chilena y por la devoción que genera. Todos le tenemos mucho amor a su figura, sin ir más lejos, yo me baño con su toalla. Está en el día a día de gran parte de la sociedad, y con este trap creo que cumplí mi misión”, explica el músico y poeta sobre la comentada canción.

La toalla que ha dado la vuelta al mundo

“Los mitos están hechos para vender”, afirma Leporati sobre el marketing detrás de la famosa “toalla de Felipito”, producto que hoy es cargado con orgullo por muchos chilenos. Así, el experto agrega que esta toalla se lleva casi como un símbolo patrio al ser de un héroe local.

 

“Estamos llenos de mitos importados, pero cuando aparece uno chileno, es diferente; es sumamente cercano y mucho más comercializable”, insiste Leporati.

Una práctica que, al menos, “Las Halconas” no comparten: “Estamos acostumbradas a que hagan negocio con él, no se puede parar”, afirma Rina Calcagno, una de sus socias fundadoras.

Grupos dedicados a su figura

“Para nosotras Felipe es lo más importante. A diferencia de otras personas, él ha estado siempre con nosotras, nos ha reunido. Él hace que la gente se ponga amorosa, eso yo lo noto”, afirma con total certeza, la integrante y fundadora de “Las Halconas”, un grupo de seguidoras que comenzó como un club de fans y que con el paso del tiempo terminó por transformarse en ONG. Actualmente, esta agrupación se encuentra fraccionada, pero continúan en la labor de honrar su memoria.

“Nunca va a ser igual, él era único”, expresa Rina, quien con el pasar de los años estrechó lazos con el padre del animador y también con seguidoras de países como Argentina y Guatemala, donde incluso hay santuarios dedicados a él.

“Santificación” en una animita virtual

La “Iglesia Felipista” es un fan page que a través de redes sociales comparte pensamientos filosóficos, sociales y políticos ligados a la figura del animador. “La idea inicial era crear una ‘animita virtual’, donde la gente enviara sus plegarias hacia San Felipito”, afirma una de sus integrantes, quien no tiene “certezas, pero tampoco dudas” de que el fallecido animador del Festival de Viña concede milagros.

Y es que con los años esta “fe” se ha incrementado, y los lugares significativos para el rostro de TVN -como Villa Alegre, donde descansan sus cenizas-, se volvieron espacios de peregrinación. “Los seres humanos necesitamos lugares para sentirnos parte”, dice, al respecto, el académico Leporati.

“Es como el ‘santo de los que sobran’, nuestros fieles se encomiendan a Felipe, hay peticiones desde encontrar una mejor pega hasta pasar el examen de título”, agrega la representante del citado grupo.

Un espacio en el Museo de Cera

El último homenaje público que se ha realizado en torno al recordado comunicador se dio tras la inauguración del Museo de Cera de Las Condes.

El espacio destacó a diferentes figuras de relevancia nacional, y él no podía quedar afuera. “La escultura de Felipe Camiroaga es, lejos, la más fotografiada y sobre todo, las personas se sacan selfies con él”, afirma Joaquín Lavin, alcalde de dicha comuna.

“Desde que la inauguramos, los visitantes comentan y lo recuerdan con mucho cariño. El papá de Felipe fue a la inauguración, estuvimos hablando, y él se emocionó mucho al ver la figura de su hijo”, agrega el jefe comunal, sobre la inclusión de Camiroaga en el espacio cultural.

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