Como exclusiva, no inclusiva, define a la compañía Bendito Teatro la productora general Luisa Castillo, porque “definitivamente hay que tener síndrome de Down para ser parte”. Una iniciativa que nació cuando un grupo de padres iniciaron un taller de teatro inclusivo como un proyecto laboral, que, al finalizar, la gente que había participado “quedó con la sensación de que esto debería seguir”.
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“Se armó como una compañía profesional que tenía como misión estrenar obras. Nace de la convicción de que tiene que ser de creación colectiva, porque lo interesante es mostrar el mundo interior de las personas con síndrome de Down. Por eso, todos los montajes son así”, expone Castillo. “No es terapia, es teatro. Si lo fuera, les pasamos obras de Shakespeare o hacemos Pinocho”, agrega.
Este año, Bendito Teatro cumple diez años y a modo de celebración, durante octubre presentarán tres de los nueve montajes que llevan en su historia. “Si estuviéramos con espacio propio, las estaríamos dando todas”, cuenta. Las obras elegidas son: “El Peregrino”, “Los Andes” y “Unsale”.
Dificultades
Con una década de historia, Bendito Teatro tiene razones para celebrar. Pero hay todavía mucho camino por recorrer. En estos años de vida, han tenido distintas dificultades, como encontrar salas para presentarse y financiamiento. Pero Luisa Castillo relata que lo más difícil ha sido que los consideren como una compañía profesional de teatro. “Ellos ensayan toda la semana, hacen creaciones colectivas… Entonces, lo más difícil es meterse en el circuito teatral”, expone y agrega: “Nos han pasado cosas tragicómicas. Nos han ido a ver de Santiago a Mil, nos han hecho críticas maravillosas, le recomiendan a la gente que vayan a vernos, pero no nos programan”.
Según la productora general, “falta romper el prejuicio que hace que la gente no llegue a la sala”. porque “piensan que es una obra infantil o porque es un trabajo terapéutico y no teatral. Es difícil hacer que la gente llegue”, dice.
Por ello, esta celebración, con funciones de jueves a sábado a las 20:30 horas y los domingos a las 19:30 en el Teatro iF (Av. Francisco Bilbao 465), es una excelente oportunidad para disfrutar de este trabajo que lidera junto a la directora Carola Carrasco y que construye junto a 13 actores con síndrome de Down. “En general, nos pasa que la gente que llega a la sala, sigue yendo. Ha habido un montón de actores que nos han ido a ver y han quedado impresionados con el trabajo”, sentencia.