La actriz Emilia Clarke ha sorprendido a todos con una sorprendente confesión sobre su papel como Daenerys Targaryen en Game of Thrones.
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Y es que fue presionada por los jefes de la producción de la serie para hacer las escenas en las que se debía desnudar.
“Tuve discusiones en el set de rodaje. Yo decía que no, que me cubría con una sábana. Y me replicaban: ‘No querrás decepcionar a tus fans’”, reveló la actriz durante una entrevista en el programa de podcast Armchair Expert, presentado por el actor Dax Shepard.
Ella tenía solo 22 años y comenzaba su carrera en la industria del cine cuando aceptó el papel que la llevaría al estrellato, pero no fue nada fácil la primera temporada de Game of Thrones para ella.
«Acepté el trabajo y después ellos me mandaron los guiones. Al leerlos fue como: ‘Oh, aquí está la trampa’. Acababa de salir de la escuela de teatro y lo asumí como un trabajo. Si estaba en el guión, entonces era claramente necesario», reveló.
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Pero, esas escenas, que afirma no estaban estipuladas en el contrato, le afectaron al punto de causarle tanto estrés que se sumergió en el alcohol, e incluso para tener valor de realizarlas entraba al baño a llorar y luego iba al set a hacer la escena.
“Me sentía como que flotaba en la primera temporada. No tenía ni idea de lo que estaba haciendo. No sabía qué debía hacer. Desconocía qué se esperaba de mí», afirmó Clarke.
Ahora que tiene una gran carrera y mucha experiencia a sus 33 años confiesa que nunca más dejará que eso le vuelva a ocurrir.
«Soy más sabia ahora sobre las cosas con las que me siento cómoda y con las que me encuentro bien haciéndolas», afirmó.
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