Nuevamente, los debates relacionados al estallido social generan tensos momentos en la televisión abierta. En esta oportunidad, «Bienvenidos» fue el programa que vivió una complicada situación en vivo protagonizada por su animadora, Tonka Tomicic, y dos invitados.
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En la edición de este martes, los periodistas y escritores Juan Cristóbal Guarello y Rosario Moreno fueron invitados para ser parte del panel del matinal. En medio de la conversación, el también periodista deportivo quiso hacer una acotación histórica fue interrumpido varias veces por su par.
«En veradad, a los judíos, cuando empezó a escalar el partido nacional socialista obrero alemán, no los hacían bajar el auto. En verdad, en ese época, muy poca gente tenía auto…», comenzó Guarello, quien fue rápidamente interrumpido por Moreno, quien dijo:»Los judíos tenían auto».
«Algunos judíos…», respondió el periodista.
«Bueno, a esos los hacían bajar del auto», contestó rápidamente Moreno.
«Nooo…», replicó Guarello.
«¿Me estas diciendo que mentí?», se indignó la periodista.
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«No, que tienes mala la información», dijo el profesional de Canal 13.
«No, no la tengo mala», volvió a responder Moreno.
Fue ese momento en que intervino Tonka Tomicic. «Yo propongo que pasemos este escollo», dijo. «Lo que pasa es que hay que hacer una apreciación historia», trataba de explicar Guarello, mientras la periodista decía de fondo “estoy segura, estoy segura”. «Bueno, bueno…», fue la respuesta, ya a punto de perder la paciencia, del periodista.
«Les pido que no nos quedemos en ese punto. Avancemos en la conversación, porque, como siempre decimos, no gana nadie», intervino Tomicic, cuando Moreno hizo su último ataque a Guarello: «Habla de deportes, po».
Eso llevó al periodista deportivo a estallar. «¡Espérate! Esperate, esperate, espérate. A mí, primero, nadie me va decir de lo que tengo que hablar», dijo enojado. «Lo sé Juan Cristóbal», atinó a decir la animadora de «Bienvenidos», antes de enfrascarse en una discusión con Guarello, quien pedía lo dejarán terminar su idea. Pero su paciencia tenía un límete. «Tonka, no eres mi profesora de la primaria. Puedo terminar lo que quería decir? Me preguntaste a mí y no he podido terminar». «Sí, habla, porfavor. Encantado. Para eso vienen todos, para hablar. No para discutir cosas, detalles…», remató Tomicic.