Con problemas de sueño, deseando un pololo y pensando en nuevos proyectos. De dicha forma pasa sus días de cuarentena la modelo e influencer Kika Silva, quien en conversación con el programa «Velvet al Desayuno» conducido por Angélica Castro.
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Sobre sus inconvenientes par dormir, la ex reina del Festival de Viña del Mar contó que «ayer terminé de trabajar a las 21:30 y me tomé un remedio para dormir y a las 4:30 am seguía despierta, es el estrés de cuarentena, estoy todo el día a mil. Ya probé melatonina, aromaterapia, manzanilla natural y no soy de remedio, pero no me queda otra. Está más en la cabeza, ha sido de locos, he usado de todo, tiene que ver con la época que estamos viviendo».
Tomando en cuenta lo anterior, Silva confesó que «por primera vez en mi vida tengo ganas de tener un pololo, para no estar tan sola en la noche. A mi mamá le acaban de descubrir diabetes, no puedo ver a mi familia hace casi dos meses y soy la única que está aislada de la familia porque soy la única que no vive con mis papás».
A modo de reflexión, la modelo sostuvo que «donde hay crisis hay oportunidades, un negocio nuevo, una faceta que no conocía, todos tenemos que aprender con esta situación, nos están pidiendo a gritos que lo hagamos, si no nos ponemos las pilas de cambiar cosas ahora, no hay vuelta atrás».
«Mi cabeza no se queda tranquila, quiero que todo lo que estoy tratando de hacer me resulte, trabajo en proyectos que estoy sacando adelante, fundaciones, me abrí mi canal de YouTube, siempre estoy inventando cosas. La fundación no me da plata, pero me llena, y si estoy contenta, me llegará a algún trabajo», continuó.
En otra arista, Kika Silva se refirió al recordado capítulo de las papas fritas, el que le valió pesadas bromas en las redes sociales. «Soy llorona terrible, soy muy sensible, pero después me empecé a reír. No es momento para ponernos graves. Muchas de las personas que me escribieron mala onda nunca en su vida han cocinado una papa frita. Si uno no tiene problemas en la vida, uno no aprende», dijo.