La actriz Carolina Varleta se confesó y habló de su vida personal, algo que no comúnmente hace.
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En conversación con Angélica Castro en el programa “Velvet al Desayuno” transmitido por el Instagram Live de @revista_velvet, contó que tuvo un tema familiar delicado y que hoy se siente bien al poder expresarlo, “es un tema súper delicado familiar, tuve un padrastro que fue muy violento conmigo, con mi familia, son temas que uno guarda, con vergüenza con dolor y poder expresarlo hoy es algo maravilloso y sentirnos apoyadas que no estamos solas”.
Además agrega que, “siento que la maternidad me ha hecho más asertiva, uno se convierte en una leona, al tiro la antena salta, me ha puesto un cable a tierra gigantesco…fue un tiempo largo de sanación lo que me pasó a mí, de sanar relaciones, tuve relaciones un poco agresivas, porque yo tuve que soportar que ciertos pololos me trataran mal por ser actriz, dar explicación por algunas escenas que tenía que hacer, es tremendo y uno normalizaba esa situaciones, no debe ser así, por respeto, por cuidarnos”.
Varleta dice que su gran refugio fue el teatro y que la actuación es un espacio de libertad para ella, “me refugié mucho en el teatro, ahí conocí la actuación, ese fue mi lugar de renacer, de florecer, de poder validar mi expresión, con el teatro yo pude conectarme con mis emociones, sacar la rabia, fue muy sanador ese proceso, ese es mi lugar, donde yo puedo ser y me encanta, el comunicar, hacer radio día a día, me fascina poder estar en contacto. Para mí la actuación es donde me puedo encontrar, puedo hacer, decir, jugar, es un espacio de libertad para mí”.
Sobre su historia de amor con su marido Kabir, cuenta que lo conoció en Berlín y que nunca más se separaron, “me fui sola a Berlín, no conocía Berlín, me encanta viajar sola, lo máximo y de repente me encuentro en la calle con un ex cuñado y nos damos los teléfonos para juntarnos a comer…él estaba con unos amigos, me junté con este ex cuñado y ahí aparece Kabir y me lo presenta…lo conocí y no nos separamos más…éramos vecinos, vivíamos a dos cuadras pero nunca nos habíamos visto. Fue una historia maravillosa, es un compañero precioso, lo digo con el corazón, es un regalo que me dio la vida, nunca había tenido una relación tan completa, tan equilibrada, me siento contenida y apoyada”.