Tras unas semanas muy complicadas en el plano personal, Kim Kardashian fue vista bajando de un jet privado en el día de ayer, en un aeropuerto de Los Ángeles tras la visita exprés que realizó esta semana a su marido Kanye West en Wyoming, donde el rapero continúa atrincherado en su rancho mientras dirige una campaña a las elecciones presidenciales que está dando mucho que hablar.
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Salta a la vista que su esposa no ha conseguido convencerle para que regrese a casa y busque ayuda profesional, ya que realizó el vuelo de vuelta sola, según se puede comprobar en las fotos que ha obtenido el portal TMZ, en las que aparece descendiendo del avión y entrando en un vehículo que la estaba esperando en la misma pista.
Este lunes la celebridad pudo reunirse por fin con Kanye, que padece un trastorno bipolar y estaría atravesando un episodio agudo de su enfermedad, y se les pudo ver hablando acaloradamente en el asiento trasero de un todoterreno en el aparcamiento de un restaurante de la cadena de comida rápida Wendy’s, mientras ella trataba de contener las lágrimas.
Se cree que durante ese encuentro habrían hablado del controvertido discurso que él ofreció en Carolina del Sur, durante el que desveló que su esposa y él se habían planteado recurrir al aborto cuando se enteraron de que estaba embarazada de su primogénita North, o los tuits que ha venido compartiendo desde entonces, en los que ha afirmado que lleva años tratando de divorciarse de la madre de sus cuatro hijos.
Pese a que el músico se disculpó públicamente este fin de semana por traicionar la confianza de su esposa y hacer públicos detalles sobre su vida privada sin su consentimiento, parece que sigue decidido a no escuchar los consejos de Kim, de quien sospecha que podría internarle en una clínica de salud mental contra su voluntad.