Hace meses que Britney Spears inició una nueva batalla legal para modificar los términos de la tutela legal a la que vive sometida desde hace más de una década y que, en la práctica, cede el control sobre sus finanzas y las decisiones importantes de su vida a terceras personas.
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Hasta el año pasado, su padre Jamie Spears era el encargado de ejercer como su tutor legal, pero en septiembre de 2019 renunció a esa responsabilidad alegando problemas de salud y fue sustituido temporalmente por la mánager de la cantante, Jodi Montgomery.
Este mismo lunes la princesa del pop presentó una petición formal ante el juez por medio de sus abogados en la que solicita que Jodi continúe desempeñando ese rol una vez concluya el período de tiempo provisional que se había fijado de antemano mientras se estudiaba cuál era la persona más adecuada para reemplazarla.
«Britney se opone rotundamente a que Jamie vuelva a ser su tutor legal. Prefiere tener a la señora Montgomery en ese rol que lleva desempeñando más de un año… Le gustaría que su nombramiento fuera permanente», rezan los documentos legales a los que ha tenido acceso el portal Us Weekly.
La estrella de la música también desea que el control sobre su patrimonio se ceda a un fideicomiso corporativo y deje de estar así en manos de su padre.
Los representantes de Britney han alegado que esta serie de cambios son necesarios para adaptarse a la evolución que se ha producido en su vida desde 2008, cuando su padre consiguió que se estableciera la tutela debido al comportamiento errático de su famosa hija y sus problemas de adicción, y también a sus planes de cara al futuro, que incluyen dejar de actuar.