Hoy la defensa de Hernán Calderón Argandoña presentó una cautela de garantía debido a los «tratos inhumanos a los que ha sido sometido durante su prisión preventiva en la Clínica Psiquiátrica El Cedro, ubicada en la comuna de La Reina».
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La misma madre del joven, Raquel Argandoña, llegó hasta el recinto médico y a su ingreso sostuvo a la prensa que a su hijo se le ha mantenido engrillado de pies y manos, día y noche, debiendo comer, ducharse y no se lo deja caminar ni salir de la pieza, incomunicado y no dejándolo tener tratamiento médico.
Raquel sostuvo que «mi hijo necesita tratamiento. Los profesionales no lo han podido diagnosticar. Está amarrado las 24 horas de mano y pies. Hasta a un perro tú lo soltai’ para caminar, es injusto».
«¡Es injusto, es injusto! Entonces, ¿de qué hablan los matinales cuando dicen que esta clínica es un spa? Mi hijo necesita tratarse”, dijo llorando la panelista de «Bienvenidos».
Argandoña no pudo ver a su hijo tras cuatro horas de espera, ya que Gendarmería no dio autorización.
La defensa
«La magistrado tomó una decisión de privación de libertad hacia mi representado y se toma la determinación de traerlo a esta clínica para que pueda ser tratado de una enfermedad, para que pueda ser rehabilitado, pero lo que vemos en la actuación de Gendarmería es totalmente opuesto al dictamen de la jueza. Están tratando de evitar que mi representado tenga algún tratamiento médico», acusó el abogado Mario Vargas.
El abogado añadió que los gendarmes a cargo de la custodia de Calderón Argandoña «no dejan entrar a los doctores, no dejan que los psiquiatras puedan trabajar con él, no dejan que la madre entre, lo tienen incomunicado, no dejan que reciba llamadas, lo tienen encadenado las 24 horas del día y, efectivamente, ni un perro recibe ese trato. Para dormir, para ducharse y para comer está con tres gendarmes».