Un dinámico paso por el programa FRANcamente, fue el que tuvo Kenita Larraín, quien además de entregar sus pronósticos para lo que queda del año, se refirió a antiguos momentos de su vida, como el fallido matrimonio con Iván Zamorano en el 2004.
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Si bien han pasado más de 15 años, la numeróloga recordó su experiencia enfrentada al mundo de la farándula tras lo que fue considerado como un escándalo por los medios nacionales. Según explicó, «había como una crueldad en farandulandia en el sentido de que muchas veces se daban muchas versiones sobre algo, y muchas de esas versiones te hacían daño. Entonces creo que había a veces falta de responsabilidad. Y claro, era como la moda del momento. Todos querían saber de la vida de las otras personas, el último escándalo y todo. Pero efectivamente siento que había como lo típico de cargarle un poco la mano a las mujeres más que a los hombres. Y a mí me alegra porque hoy las mujeres estamos mucho más empoderadas».
En este contexto, habló sobre su decisión de no contraer matrimonio y aseguró que «cuando decidí no casarme fui consecuente conmigo, en ese momento. Entonces dijeran lo que dijeran, y pusieron pero 800 mil versiones distintas, donde claro, algunas estaban cargadas para un lado, otras para el otro, pero igual dolían. Y en ese sentido, lo que a mí me dio la fortaleza en ese minuto, fue estar consciente de que yo estaba tomando la decisión desde el corazón y no por hacerle caso a un tercero. Porque había sido consecuente conmigo».
«Y lo dije en un momento en Vértigo, porque en ese momento trabajaba en Vértigo: ‘hoy prefiero terminar con un noviazgo que después terminar con un matrimonio con hijos y que va a ser mucho más doloroso’. Porque cuando uno se da cuenta que la cosa ya no va, porque antes estuviste entusiasmada, pensaste que era la persona para poder ser feliz… Bueno, si a todos nos ha pasado alguna vez, solo que no te diste cuenta. Es como ‘¿sigo adelante con la fiesta, con los invitados?’, agregó, indicando que algunas personas se le han acercado para comentarle que, a diferencia de ella, no tuvieron el valor de reconocer que no querían casarse.
Posteriormente, Kenita Larraín explicó que siempre ha tratado de ser consecuente consigo misma y que ha hecho bien sus duelos. «Lo he pasado mal, pero he tomado conciencia. Creo que para iniciar algo nuevo desde cero, es como que tienes que soltar lo antiguo, porque o si no, sigues entrampado y ahí es cuando creo yo que es más difícil salir de las situaciones complejas, porque estoy pegado al pasado, porque estoy apegado ahí y entonces más sufro. Y esa fue como mi gran lección también», señaló.