El actor chileno Cristián de la Fuente, de 46 años, y radicado en Estados Unidos, se sinceró hace unos días en el programa que el animador Martín Cárcamo tiene en Instagram, contando que toda su vida ha tenido que someterse a terapias sicológicas por aquella “obligación” de demostrarse y demostrar que es bueno en lo que hace y que viene de “ser el hijo de la amante de mi papá y tener que demostrar que yo valgo lo suficiente para ser parte de la otra familia”.
“Yo nací en una casa, tenía una mamá, y tenía un papá que vivía en otra casa con una tía y mis hermanos. Y mi papá iba todos los días a mi casa a verme de seis a diez de la noche, yo los viernes iba a almorzar a la casa de mi tía con mis hermanos y los domingos mi papá iba a comer a mi casa conmigo y mi mamá. Entonces así me criaron a mí, esa era mi realidad”.
“Con el tiempo fui creciendo y me fui dando cuenta que esta cuestión no era normal, que las casas eran distintas, y al darme cuenta uno tiene que aceptarlo y empezar a entenderlo, vivir con eso y tener que explicarlo”.
Entonces, contó De la Fuente a Martín Cárcamo, “viene desde ahí, de decirle a mi papá: soy igual de bueno o mejor que el resto de tus hijos, entonces también merezco que me pesques, también merezco el apellido, también merezco ser parte de la familia’”.
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Siguiendo con las confesiones sobre su padre, el actor señaló que “tuve muchas conversaciones con él, aparte yo siempre supe que mi papá iba a morir joven. Mucha gente me dice ‘tú que no estudiaste teatro’. No estudié teatro porque no tuve tiempo. Yo siempre pensé que mi papá se iba a morir cuando tuviera 21 años. Me equivoqué, se murió cuando tenía 22. Siempre lo supe, desde que tenía 15 años sabía que mi papá se iba a morir”. Y este pensamiento lo afirma al decir que “mi papá era alcohólico, además llevaba una vida muy al límite. Yo muchas veces sin tener carnet para manejar, aprendí a manejar muy chico, pero mi papá se iba de mi casa a su casa manejando curado y yo me iba en el auto de mi mamá a los 15 años para saber que llegó bien, sin que él supiera que lo estaba siguiendo”.
“Siempre supe que se iba a morir, cuenta, por eso no tuve tiempo para estudiar, sabía que tenía que empezar a trabajar rápido. Por eso entré a Canal 13 a los 18 años, porque tenía que trabajar rápido, porque cuando mi papá se muriera yo tenía que mantener a mi mamá. Entonces yo siempre viví con esa realidad”.
Sin embargo, dejó bien en claro cuáles son sus sentimientos hacia su progenitor: “No me tocó el escenario que quería, no me tocó la realidad de mi papá, que fue un excelente padre, me hubiera encantado que no hubiera sido alcohólico, que estuviera vivo hoy y poder abrazarlo. Me hubiera encantado que en mi familia hubiéramos sido todos una familia, pero no fue así y así tuve que jugar y darle para adelante. Trabajar y cuando las cosas se me pusieron difíciles en Chile, ‘me voy para afuera y me voy a ir a Estados Unidos y voy a empezar’”.
“Cuando gané plata me fui a Los Ángeles y estudié porque me pude pagar los profesores de actuación”.
Frente a los que creen que su vida es de película, De la Fuente es claro: “La vida es injusta para todos, todos tenemos que tratar de luchar por una vida más justa para nosotros y para el resto, pero no nos podemos tirar a llorar. He tenido que vender cosas y he tenido que estar en Estados Unidos cuando mi mamá se murió, y tener todo un viaje en avión sabiendo que mi mamá se murió y no me pude despedir”.
Finalmente sentencia que “en la vida tienes costos y ahí es donde yo digo que esos costos hay que pagarlos y hacerlo de frente, mirando tus miedos y darle para adelante”.
Ve una entrevista de Cristian de la Fuente en «Podemos hablar» donde habla sobre su padre: