Definitivamente Nano Calderón recuperó el control de su vida luego que el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago le concediera la libertad vigilada por parricidio frustrado contra su padre, el abogado Hernán Calderón.
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El hijo de Raquel Argandoña también ha vuelto a su pasión por los automóviles como lo ha demostrado en sus últimas publicaciones en Instagram, donde se le vio compartiendo con sus amigos y su club “Speed Demonds”.
Precisamente fue en esta red social donde Nano compartió una serie de imágenes luego que sus seguidores le hicieran distintas preguntas. En una de ellas le pidieron subir una foto de su primer accidente, a lo que el joven no dudó en mostrarla.
En la historia se ve cómo su segundo automóvil, un Chevrolet Camaro rojo avaluado en $30 millones luce completamente destruido.
El hecho ocurrió en 2016 cuando aparentemente a Nano se le corrió un lente de contacto lo que lo hizo perder el control de la máquina.