Los que vieron Dawson’s Creek siendo adolescentes en la década de los ’90, ahora se están dando un verdadero festín con la llegada del drama juvenil a la plataforma de Netflix.
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La serie estrenada en 1998 y que se extendió hasta 2003 llegó hace unos días a Netflix, por lo que de inmediato se instaló como un verdadero contenido de culto y de paso, llenó de nostalgia a toda una generación.
Dawson (James Van Der Beck), Joey (Katie Holmes), Pacey (Joshua Jackson) y Jen (Michelle Williams) dan el eje a este serie juvenil que se centra en la vida de un grupo de amigos que desde la secundaria hasta la universidad enfrentan diferentes situaciones acorde a su edad.
¿Pero qué hace que las seis temporadas y 128 episodios que conforman a Dawson’s Creek sean un verdadero tesoro? En los ’90, y cuando el streaming aún era una palabra desconocida para el mundo, esta serie estadounidense irrumpió como la gran producción dedicada al público juvenil, que por ese entonces carecía de un contenido que los representara.
«Beverly Hills 90210” y “Melrose Place” habían dejado un vacío y sus problemas en la trama era de adultos, por lo que Dawson’s Creek llenó un vacío en un mercado que necesitaba ver series o películas cargadas de amor, desamor, homofobia, drogas y sexualidad.
Y el boom de Dawson’s Creek no es casual: a la cabeza de la serie estaba Kevin Williamson, un joven director que venía precedido de éxitos como “Scream”, “Scream 2” y “Sé lo que hicieron el verano pasado”, por lo que no tuvo problemas en convertir a la serie estadounidense en todo hit de la cultura popular.