Jorge Olivares, el malabarista del primer reality show local, llegó hace 7 años a Estados Unidos. País en el que formó una familia, fundó dos empresas dedicadas a la pintura de casas y, hace unas pocas semanas, se divorció.
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Según contó en entrevista con LUN, cuando viajó en 2014, su plan era trabajar de manera independiente y esto es algo que logró con Patagonia Painting, empresa que armó en 2018. Año en que contrajo matrimonio con Briana Spencer en el estado de New Hampshire.
Lamentablemente para la pareja, durante el confinamiento por la pandemia la pareja comenzó a notar que había cosas que veían de modos diametralmente distintos. «Estaba más preocupada de no correr riesgos», dice Olivares y cuenta que se separaron en diciembre pasado. «Pensé que iba a durar toda la vida, uno se casa pensando eso».
Las diferencias
«Ese año tuve una mala racha, porque me asocié con una empresa más grande y perdí todo lo que había construido con Patagonia Painting», dijo el ex chico reality. El problema es que usó dineros de la cuenta que ambos tenían juntos, para empezar con un nuevo proyecto empresarial y fundó The Painter.
«Había diferencias en la toma de decisiones de la economía familiar. Ella es mucho más conservadora y yo más silvestre y arrojado en ese tipo de decisiones», explica y agrega: «Ella tenía mucho miedo de que no resultara, entonces uno espera que su esposa se sienta segura de las decisiones».
Esto no fue simple para Olivares. «Sentí que ella estaba más preocupada de no correr riesgos económicos y, finalmente, cuando uno tiene una empresa tiene que hacer gastos y apostar a que resulten ciertas inversiones. Y resultaron».
Su vida en 2021
Ahora Olivares, de 39 años, es un hombre divorciado que tiene mucho trabajo, pero se declara «tranquilo».
Si bien está soltero, no vive solo: «Me arrendé una casa y tengo mi perro Ónix, un pastor alemán que me acompaña a todos lados», dice y revela: «Es mi soporte emocional».