Cuando Eddie Murphy hizo la película «Un príncipe en Nueva York», muchos lo consideraban el hombre más chistoso de Estados Unidos. Estaba en la cima de su fama tras «Un detective suelto en Hollywood II» y el especial de stand-up (monólogo de comedia) «Raw». Eran tiempos embriagadores. Arsenio Hall, su viejo amigo y compañero de reparto en «Un príncipe en Nueva York», recuerda que durante la filmación se escaparon a un club nocturno en Hollywood vestidos como el príncipe Akeem y su fiel aliado Semmi. «Estábamos locos», dice Hall. Los años 80, dice Murphy, están «todos borrosos».
«Yo era tan joven, y todo esto estaba pasando. Uno da todo por hecho cuando es joven, lo exitoso que era», dice Murphy, hablando por Zoom con una repisa llena de premios detrás. «Ahora no doy nada por sentado y aprecio todo».
Treinta y tres años después de «Un príncipe en Nueva York», Murphy y Hall regresan a Zamunda. La secuela, que originalmente iba a estenarse en cines el año pasado, fue vendida por Paramount Pictures a Amazon debido a la pandemia y ahora podrá verse en el servicio de streaming a partir del viernes.
Es una conclusión poco probable al gran éxito de taquilla, y le pertenece tanto a finales de los 80 que trata de mantener el espíritu de esa era (incluyendo con cameos de los grupos En Vogue y Salt-N-Pepa). «Un príncipe en Nueva York 2», dirigida por Craig Brewer, invierte la trama del pez fuera del agua para llevar Queens a Zamunda luego que Akeem se entera de que tuvo un hijo (Jermaine Fowler) en su primera visita a Nueva York.
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Algunos elementos han sido actualizados. Hay una trama de empoderamiento femenino; KiKi Layne interpreta a la hija de Akeem. En la barbería de la película, que Murphy y Hall revisitan, la conversación va de autos Tesla a personas transgénero.
«Teníamos un borrador en el que tenían puestas gorras MAGA y eran republicanos», dice Murphy. «Era chistoso pero como que, ‘eh, mejor no nos metamos en eso'».
En vez, Murphy y sus colaboradores — incluidos los guionistas Barry W. Blaustein, David Sheffield y Kenya Barris — sintieron que el principal atractivo de «Un príncipe en Nueva York» yace en su premisa de cuento de hadas.
«Esta es la única película que he hecho que tiene seguidores de culto», dice Murphy. «Nosotros nos habíamos olvidado completamente de ‘Un príncipe en Nueva York’. Esta película cobró vida propia en la cultura, se volvió una película de culto. Los diálogos se volvieron frases comunes. La gente ahora deja caer el micrófono, cuando la primera caída de micrófono fue la de Randy Watson en ‘Un príncipe en Nueva York'».
Efectivamente «Un príncipe en Nueva York» ha tenido un papel único en la cultura popular desde 1988. Restaurantes de la cadena de comida rápida McDowell — la versión de McDonald’s de la película — han aparecido brevemente para servir comida de verdad en Los Angeles y Chicago. Beyoncé y Jay-Z se disfrazaron una vez como los personajes de la película para Halloween.
Pero la cinta dirigida por John Landis también fue un enorme éxito a su estreno. Es la segunda película que más ingresos registró en 1988 a nivel doméstico: 128,2 millones de dólares en boletería, casi el doble de lo que recaudó «Duro de matar» ese año. A nivel mundial facturó 288,8 millones de dólares, más de 630 millones de dólares actuales ajustados a la inflación. Para Murphy, ese es el legado de la película.
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«‘Un príncipe en Nueva York’ es la primera cinta en la historia del cine con un elenco completamente negro que llegó a todo el mundo», dice Murphy. «A ellos no les importa un bledo Selma y Mathin Luther King y la injusticia civil, o lo que sea nuestra historia en Estados Unidos».
«No es acerca de ser negro. Se trata del amor y la familia y la tradición y de hacer lo correcto», agrega Murphy. «Si ‘Black Panther’ fuera sobre el barrio negro, la gente no habría visto ‘Black Panther’ en todas partes del mundo».
Las conexiones entre «Un príncipe en Nueva York» y «Black Panther» — ambas como retratos raros de la realeza negra y una África mítica — son muchas. Antes de hacer «Black Panther», Murphy ha dicho que Ryan Coogler se le acercó para hablar sobre una secuela de «Un príncipe en Nueva York». Durante la producción de «Black Panther», Lupita Nyong’o (quien al principio no era fan de «Un príncipe en Nueva York» por su retrato estereotípico de los africanos) y otros miembros del elenco hicieron una fiesta de cumpleaños de «Un príncipe en Nueva York». Ruth E. Carter diseñó los vestuarios de «Black Panther» y «Un príncipe en Nueva York 2». Ambas se filmaron en Atlanta.
«Hay personas que me han dicho, ‘Zamunda no es un lugar real, ¿verdad?'», dice Brewer. «Y les digo: ‘No, definitivamente es un lugar real. Creo que está al noreste de Wakanda'».
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El guion de «Un príncipe en Nueva York 2» se trabajó por cuatro años, pero la filmación comenzó rápidamente. Murphy sugirió primero que Brewer dirigiera «Un príncipe en Nueva York 2» durante una cena con John Singleton después de una función de prueba de «Dolemite Is My Name» («Yo soy Dolemite»), la cinta biográfica de Rudy Ray Moore que ayudó a alimentar esta nueva etapa en la carrera de Murphy, de 59 años.
«‘Un príncipe en Nueva York’ era una de mis películas favoritas de adolescente», dice Brewer desde su casa en Memphis, Tennessee. «No pude evitar decir ‘¡Sí!’ inmediatamente. Entonces me quedó claro que esto iba a hacerse de inmediato».
«Un príncipe en Nueva York» también reaviva la química cómica entre Murphy y Hall. Murphy calcula que él y su buen amigo se han visto dos o tres veces por semana en los últimos 40 años. Pero pasaron décadas antes de que comenzaran a hablar de una secuela.
«De pronto estoy leyendo este guion que me encanta y me doy cuenta de estamos a punto de ir a Atlanta, que es el África de Estados Unidos, a filmar una secuela que nunca habíamos pensado hacer», dice Hall.
La filmación se realizó en los foros del Tyler Perry Studio, mientras que la cercana mansión de Rick Ross sirvió como el palacio de Zamunda. La película reúne a la mayoría del elenco original, incluyendo a James Earl Jones, John Amos y Shari Headley, y agrega a muchos más, como Wesley Snipes, Leslie Jones y Tracy Morgan. Hall, quien había hecho stand-up con Chris Rock y Dave Chappelle, sentía que todos querían ser parte del proyecto.