En la última década, el periodista chileno Jorge Said ha estado a cargo de series documentales complejas. Primero estuvo «Reportero en tiempos de crisis», que emitió Chilevisión, donde hizo el rol de reportero de guerra en lugares afectados por guerras, catástrofes humanitarias, climáticas y de derechos humanos, entre otras complejas realidades. Luego llegó «Las últimas tribus», programa que transmitió Canal 13 donde Said viajó por desiertos, montañas y selvas a remotos sectores donde en pleno siglo XXI todavía viven grupos humanos que mantienen costumbres milenarias.
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Pero según explica Said vía Zoom, es la serie «Buscando a dios» -la producción de Canal 13 adquirida por History 2 y que debuta este sábado 3 a las 23:00 horas- donde ha enfrentado mayores obstáculos. «Es una serie muy, muy linda… quizás la más difícil», dice y luego agrega: «Fue una experiencia muy linda, pero muy fuerte».
En esta producción, el realizador entró a las más masivas peregrinaciones religiosas en el mundo y esto trajo desafíos más allá de la fe. «Las religiones se encuentran en lugares muy complicados. Si tú lo analizas de manera bien simple, partamos con el Cristianismo, el Islam y el Judaísmo. ¿Dónde están? En Jerusalén, la ciudad tres veces santa, para cristianos, judíos y musulmanes. Imagínate lo difícil que es grabar ahí».
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Un ejemplo fue su entrada a las comunidades judías más conservadoras, donde tuvo que intentar llegar lo más adentro posible. Una tarea compleja considerando su apellido. «Para llegar al Islam tuvimos que entrar por Irán, mientras salíamos por Israel». Eso significó superar barreras que no sólo tienen que ver con la cultura y el idioma, sino que también burocráticas.
«Muchas veces, en las áreas de guerra estás algunas horas y consigues todo el material, pero aquí, en la espiritualidad, tuvimos que seguir las peregrinaciones». Eso significó tanto el volver al mismo país en distintas oportunidades -«En India estuvimos cuatro veces, porque hay distintas religiones. Vimos en hinduismo en una fecha, jainismo, sijismo y el budismo», explica-, como el hacer enorme esfuerzo físico.
Es así como le tocó subir a los 5.500 metros de altura para estar tres días en los Himalayas, y dar una vuelta alrededor del monte Kailash. «Yo tampoco estoy preparado para eso. En algún momento lo sentí y, en medio de las tormentas de nieve, me dije ‘Bueno, aquí me despido de la vida’. Si no pasan unos peregrinos tibetanos con su yak y yo agarrándome de la cola del yak para poder bajar, no creo que lo estaría contando», rememora.
Esta producción de 10 episodios se grabó a fines de 2019 y eso permitió registrar eventos que son impensables en la era del coronavirus «Fuimos a congregaciones de más de 100 millones de personas en India, 30 millones de personas en Irak. Algo imposible hoy», asegura.