La noche de este jueves, Martín Cárcamo llegó a la comuna de Lo Barnechea para conversar con Emeterio Ureta, el llamado Marqués del Arrayán, quien enviudó tempranamente, quedando solo con sus dos hijos: Emeterio e Isidora (Tita).
PUBLICIDAD
¿Qué significa tu hija para ti?, le pregunta Martín. “Mi hija es todo. Son mis ojos, es todo. Yo la molesto todos los días, la llamo todos los días. Voy a su casa y le ordeno los calzones, los que están sucios se los pongo en la lavadora. Voy a su casa a verla, cuando no está la llamo por teléfono, ¿quién le riega las plantas?, yo”, relata Emeterio quien tiene una estrecha relación con su hija.
Ambos salen al jardín de la casa de Emeterio y se sientan junto a Tita Ureta, periodista que conduce programas de televisión. “Todo lo que soy hoy en día es por esta figura paterna que tengo, nada más. Creo que mi papá hizo que valorara otro tipo de cosas, que me desarrollara de una manera muy distinta como mujer. Viví toda la vida con puros hombres, entonces eso me hace desarrollarme distinta. Me acuerdo desde chiquitita que hacía pipí parada, como ellos”, comienza diciendo Isidora.
La periodista reconoce que desde chica fue muy celosa, “creo que es un grave error que cometí y he aprendido mucho de eso, porque me hubiese gustado que hoy en día mi papá tuviese pareja y que estuviese acompañado, feliz. Pero el fue súper tajante en que no él nunca más se iba a volver a enamorar”.
Por otro lado, Isidora desclasifica una característica de su padre: que es tacaño como solo él sabe. “Imagínate que ahora, para yo ir a un restaurant, tengo que decirle que es canje para que él vaya. Yo me paro antes, pago la cuenta, vuelvo y le digo, ‘papá gracias’. Y él hace un video de agradecimiento al final, el restaurant queda feliz”, revela Tita.
A Isidora le preocupa que su padre, a sus 75 años, viva tan aislado en El Arrayán y que por lo mismo lo llama todos los días para saber cómo está. Por otra parte, Emeterio dice que desde los 18 años su hija nunca más le pidió un peso y que fue independizándose desde el colegio. “Me acuerdo que me ofrecían cosas para llegar a la televisión como fácil por mi papá y yo lo que quería era llegar por mis propios medios y no ser ‘la hija de’ sino que tratar de llegar por algo que yo quería, que era cuidar el medio ambiente. Que estaba remando para el otro lado que es totalmente distinto a lo que mi papá comunica. Somos súper distintos”, dice la periodista.
Y agrega, “con mi papá quiero vivir momentos bonitos, ya no quiero ponerme a discutir, quiero disfrutar de las cosas simples. Mi papá piensa muy distinto a mí, o sea se presentó ahora a candidato a constituyente… yo no sabía si era broma o era verdad”.
PUBLICIDAD
Qué es lo que más le preocupa de su papá, le pregunta Martín a Tita. Ella responde: “que se vaya de este mundo. No me puedo imaginar, siento que el día que no lo tenga se me va a ir todo a las pailas. Sí, es todo para mí. No lo digo mucho y mi papá es más cariñoso conmigo que yo con él. Yo soy como más fría, porque él es bueno para tocar, para darme besos todos los días pero mi vida está entorno a mi papá”.