El Discípulo del Chef de Chilevisión tuvo la noche de este jueves 29 un nuevo capítulo. Y aunque de nuevo el equipo verde, de Ennio Carota, perdió en las dos rondas, mucho del morbo estuvo en el enfrentamiento final entre María Eugenia Larraín y Guiliana Sotela por una parte, y Constanza Ríos por la otra. De un lado las dos exesposas de Marcelo Chino Ríos, y del otro una de las hijas del ex Top One del tenis mundial.
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Del equipo verde partió Kiddtetoon, quien dijo que la decisión fue justa. Porque él tendría que haberle puesto más empeño. Así que el intérprete de trap se sumó a Helhue Sukni: la abogada partió en el primer capítulo.
En la fase de desempate del Discípulo del Chef las mujeres vinculadas a Chino Ríos se enfrentaron. El equipo rojo, de Kena y Guiliana, y el verde, de Constanza. El que perdía tendría que despedir a otro miembro. Hubo un plato que lo definió: Quena y Guiliana preparon peras y manzanas. Lo mismo hizo Constanza con el actor Felipe Izquierdo. Al final, ganaron Quena y Guiliana.
Cuando estaban en la degustación y Guiliana empezó a bromear con que ella “nunca dejaba ganar a la niña” y que era una mamá “competitiva”, lanzó una frase sorprendente. “A mí no me gusta el tenis”, dijo. Eso a pesar de que se supone que ella conoció a Marcelo Ríos en Florida en una cancha de tenis. De hecho, hija y madre descartaron que hoy practiquen ese deporte juntas.
El morbo de Discípulo del Chef también lo puso el “entendimiento” entre Guiliana y María Eugenia. “¿Están llorando por el Chino?”, les preguntó Renata Bravo mientras picaban cebolla. “Ahora salieron tan amigas”, añadió. Y en las frase posteriores Kena Larraín dijo que “empatizamos de mamá a mamá, de esposa a esposa. Como hablando de mujer a mujer fue un reencuentro muy bonito. Había quedado algo tenso e inconcluso”.
A eso Guiliana agregó que hubo “una discusión hace no sé cuántos años y definitivamente ella tiene hoy día una vibra muy linda. Estoy feliz que me haya tocado con ella”.
