La campeona mundial de ajedrez Nona Gaprindashvili, quien fue la primera mujer en lograr el título de Gran Maestra otorgado por la Federación Internacional de Ajedrez, ha demandado a Netflix.
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Esto, debido a una comentario que se hace referencia ella durante el último episodio de la serie Gambito de dama (Scott Frank, 2020). La serie, protagonizada por Anya Taylor-Joy como Beth Harmon, cuenta la historia de cómo una niña se convierte en la mejor ajedrecista del mundo.
Universo masculino
En el relato ficcional, Gambito de dama describe un universo dominado por hombres. Esto no es muy lejano a la realidad. Sin embargo, Nona Gaprindashvili no está de acuerdo con uno de los comentarios emitidos durante el último episodio de la serie. Por eso decidió demandar a Netflix. La línea en cuestión es la siguiente: “Lo único inusual en ella, en realidad, es su sexo. E incluso eso no es único en Rusia. Está Nona Gaprindashvili, pero es la campeona mundial femenina y nunca se ha enfrentado a hombres”.
Nona Gaprindashvili rechaza ese comentario al considerarlo falso y sexista. ”Gambito de dama”, una de las series más exitosas en la historia de Netflix, está ambientada a mediados del siglo pasado. La protagonista, Beth Harmon, es una estadounidense que se termina convirtiendo en campeona del mundo en Moscú en medio de la Guerra Fría. Gaprindashvili se opone a la idea que plantea la producción.
La demanda
El último episodio, titulado “Final”, plantea la idea de que ninguna otra mujer se había enfrentado a hombres. Sin embargo, Nona Gaprindashvili alega en su demanda que, durante 1968, cuando se recrea el capítulo en Gambito de Dama, ella ya había competido contra 59 hombres, al menos, incluyendo a 10 que eran considerados como grandes maestros dentro de la disciplina.
En la denuncia, de acuerdo con información reflejada por The Hollywood Reporter, “Netflix mintió descarada y deliberadamente sobre los logros de Gaprindashvili con el propósito barato y cínico de ‘realzar el drama’ al hacer parecer que su héroe de ficción había logrado hacer lo que ninguna otra mujer, incluida Gaprindashvili, había hecho”. El comentario de la demanda no concluye ahí: